Que onda mis queridos lectores, ¿cómo están?
Aquí les dejo esta nueva historia.
Que la disfruten.
-¿Cómo... Cómo llegué aquí?- mi mirada era borrosa y apenas distinguia el lugar donde estaba.
-Asi que~ ¿al fin despiertas, eh, conejito-chan?- la voz delante mía era clara, estoy seguro que la escuchado antes... -Fufufu~ eres ta~n adorable- poco a poco mi vista se volvía mejor y ahí estaba, la diosa Freya-sama, frente a mi.
-¿Do-donde es...?- antes de siquiera hablar una mano me estrelló de cara sobre la mesa.
-¡No te atrevas a interrumpir a Freya-sama conejo imbécil!- solo conozco a dos personas que hablan así: una es Bete-san y la otra es...
-Allen... ¿Tienes que ser tan duro con el chico?- ¿¡Maestro!? ¿¡Que haces aquí!? -De mi parte te recuerdo que yo he sido el único que logró derrotar a algunos de los idiotas de la alianza para rescatar a Bell, pero, ¿que hay de ti? ¿Acaso no fuiste vencido por Bete Loga?- el agarre en mi cabeza por parte de Allen se agravó, ¡siento que me va a aplastar los sesos!
-¡Eso no es de tu incumbencia elfo maldito!- al fin se relajo el agarre en mi cráneo -¿¡Y tú qué!? ¿¡Acaso este conejo desgraciado no te derrotó a ti!?- es cierto, derrote a gran parte de la élite de la Familia Freya, aunque de nada sirvió... Al final fuimos derrotados por Ais-san y Ottar-san...
×××
-¡Y ahí lo tienen... La poderosa Familia Freya ha ganado este Juego de Guerra!- luego del anuncio de la victoria de la Familia mas poderosa del mundo, los ojos de toda la cuidad se posaron sobre un chico de cabello blanco, el cuál yacia noqueado debajo de la enorme pierna del Rey.
-¡No es verdad...! Be-bell-kun es...- las lágrimas amenazaban con salir de los ojos de la pequeña diosa de cabello negro.
-Creo que no es necesario recordarte mi premio- regocijandose, la diosa de la belleza sonrió en burla -Hasta luego querida- despidiendose del resto de deidades, Freya salió del Denatus, saboreando lo que podría llegar a suceder esa noche.
×××
-Allen, querido ¿podrías dejar hablar a Bell-san por favor?- posandose detrás del hombre-gato, la diosa logro su cometido. A pesar del sonrojo en su rostro, el pelinegro guardo la compostura.
-¡Tsk! Esta bien Freya-sama, como tú órdenes- levantando la cara del chico de la mesa, el ojiazul le hablo, o más bien dicho, le grito en la oreja -¡Escucha bien conejo bastardo, si te atreves a interrumpir a Freya-sama... ¡¡¡TE ARRANCARE LA MALDITA CABEZA!!!- volviendo a estrellar la cara del ojirrojo contra la mesa, el hombre-gato se alejo de él.
-Vaya, vaya conejito-chan, fufufu~ sabes lo que significa que estés aquí ¿verdad?- preguntando de manera inocente, la diosa de cabellos platinados acercó su cara peligrosamente a la de Bell y, con un movimiento rápido, juntó sus labios en un beso tan lleno de pasión y deseo que les robo la respiración a ambos -Ah~ ah~ ah~ ahh~ no sabes... cuanto... he esperado... esto...- entre beso y beso las palabras salían de la boca de Freya, mientras sus dos subordinados ahí presentes salían. Sin perder más tiempo, la diosa de la belleza se comenzó a quitar la ropa, para después rasgar la vestimenta del chico -Dejame adivinar Bell-san... ¿Es tu primera vez verdad?- relamiendo sus labios con mucha perversión, la diosa de ojos púrpuras bajo hasta zona intima del chico, el cuál solo podía recordar lo sucedido en los últimos momentos de la batalla de Facciones.
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Danmachi-Fiel a mi Palabra
FanfictionLuego de rechazar los sentimientos de la diosa de la belleza, Bell Cranel es acusado de traidor y espía infiltrado, sin embargo, y en un intento por salvar su inocencia, el mismo se declara culpable dándose así por muerto. Tras ocho años lejos del C...