Capitulo 17: Alzaos con la victoria

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-¡¡¡GROAHHHHH...!!! ¡¡¡RAHHHH...!!!- rugiendo más y más fuerte, la enorme Amphisbaena Irregular marchaba cada vez más cerca del castillo del reino de Aldegyr.

-Cuando lo órdenes padre- mirando preocupada a su progenitor, Myrtella preparaba su magia especial para dispararlo.

-Aun no... Espera un poco más...- sintiendo una gota de sudor bajar por su frente, el peliblanco tragó saliva.

-Si esto llega a fallar...- mirando preocupada a su marido, Karen lo agarraba del hombro.

-Confia en mi- hablando sin una pizca de duda, cada paso que daba la hidra hacia retumbar el suelo.

-¿Papá?-

-Aun no...- cada segundo que pasaba ponía en mayor peligro al reino.

-¡¡Bell!!- desesperada por ver el rostro intranquilo de su hombre, Bache grito su nombre.

-...- observando en silencio pero con preocupación, Argana se preparó para salir a toda velocidad.

-¡Vuohhhh...! ¡Grouhhh...!- apuntando con sus tres cabezas al castillo, el Monster Rex se preparó para disparar.

-¡¡¡AHORA!!!- incapaz de reaccionar al enorme impulso que recibió, el ojirrojo corto el viento a una velocidad avasallante.

-¿Donde está Bell-san?- preguntando por el peliblanco, la arquera siguió el dedo de la ojinegra -Estas jodiendo ¿verdad?-

-Solo una oportunidad... Solo una maldita oportunidad...- con su carta de triunfo cargada al máximo, Bell preparo su mano derecha -¡¡¡FIREBOLT!!!- lanzando su magia combinada con su habilidad, el disparo digno de un mago de alto nivel calcinó hasta las cenizas una de las cabezas del enorme dragón -¡Maldición...!- condenando su suerte, una enorme zarpada lo hundio en el suelo.

-¡¡¡BELL/PAPÁ!!!- desesperadas al ver el violento golpe del mounstro contra el chico, todas las mujeres corrieron a una velocidad destructiva contra el mounstro.

×××

-¿Donde... Estoy?- confundido y sintiendo un mareo parecido a una resaca, Kirito cayó a bruces contra el suelo.

-¡¡¡Hahhh...!!!- aspirando aire de forma violenta, Kojou empezó a toser.

-¡Bienvenidos de vuelta, hijos del mundo!- mirando a sus espaldas, una chica finamente vestida de seda, ojos esmeralda y cabello rubio entro a su campo de visión -¿Ven esa cosa de allá?- señalando al mounstro de ahora dos cabezas golpear el suelo, ambos asintieron -Bien; pues me gustaría pedirles de favor que ayuden a mis hijos a vencerlo- juntando sus manos en modo de plegaria, el ojiazul la levantó por el cuello.

-¿Y porque habría de aliarme con el secuestrador de La Folia-sama?- por su parte el pelinegro la amenazó con su espada.

-¿Y yo porque tendría que unir fuerzas con la asesina de mis hermanos?- viendo tranquilamente a ambos chicos, Afrodita tragó saliva.

-Porque... Se que ustedes... No dejarán morir... A nadie... Más...- respirando aliviada del poderoso agarre del ojiazul, la diosa se levantó.

-Tengo mis condiciones...- asintiendo a las palabras de Kojou, este suspiro -La Folia-sama tendrá que declarar todo lo vivido hasta el día de hoy sin excepción- recibiendo una afirmación, continuo -Deberan pagar una multa, y muy grande, por la muerte de nuestros soldados- volviendo a asentir, la diosa de la belleza sonrió -¿Puedo beber su sangre?- levantando una ceja confundida, Afrodita suspiro.

Danmachi-Fiel a mi PalabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora