Que onda queridos lectores.
Les dejo esta vaina para que se relajen.
Disfruten.
Una mañana tranquila como cualquier otra, las aves volaban de lado a lado y los rayos del sol comenzaban a calentar los rostros de los madrugadores. El día de ayer, dos días después de la conmemoración del Día de los Olvidados, Ottar llegó a la sede con un mapa.
-¿Un pueblucho en medio de la nada?- pregunto el antiguo rey elfo blanco.
-Asi es... De acuerdo con la información dada por Hermes-sama, Dike es una aldea en los límites al poniente del Imperio...- leyendo la carta otorgada por la elfa de la Familia del dios viajero, el castaño-oxido termino de dar las nuevas.
-Con Freya-sama consciente va a ser un dolor de cabeza movernos de forma independiente- apretando los puños con fuerza, el vice-capitan de la Familia Freya menciono el reciente cambio anímico en su deidad.
-¿Que deberíamos hacer?- preguntando a la nada, el mayor de los Gulliver inclino su cabeza hacia la mesa.
-El hijo del sol debe buscar la nieve entre las montañas- observando el mapa, Hogni sonrió luego de decir eso.
-¿Y ahora que demonios hablas elfo de mierda?- molesto por su forma de hablar, Allen juzgo al elfo oscuro.
-¿Y porque debería ser yo?- cuestionó Hedin.
-Las garras de las harpias han llegado al corazón del guerrero, ¡el deber de cualquier padre es rescatar a su heredero!- aún más confundidos, el resto de ejecutivos miro directamente al rubio.
-El dice que debo ir a buscar a Bell- traduciendo los confusas palabras del anterior rey elfo oscuro, continúo -El hecho de que yo me halla encariñado con el chico me hace responsable de sus estupideces, y debo comprobar que ninguna mujer lo haya capturado- ahora todos sabían de lo que habían hablado.
-¿Y porque tú?- las cuatro voces de los Bringar sonaron al mismo tiempo.
-Porque es el padre de Bell- llegando al lugar de reunión, Hellum y Heith dieron su apoyo al elfo.
-¿Saben lo peligroso que es traerlos aquí verdad?- regañando a las peligrises, Hedin se levantó de su asiento.
-Gii-san...- el primer niño de cabello blanco se lanzó a abrazar la pierna del hombre.
-Hildr... Te he dicho que no soy "gii-san", llámame oji-sama- cargando al niño con cuidado, revolvió su cabello con ternura.
-Hedin... Sama...- el otro niño de cabello gris veía con celosía al ojicoral.
-Randall...- al ser nombrado se escondio detrás de su madre -Soy tu abuelo, llámame de manera cortés- dejando al otro niño para que juegue, se acerco al peligris -Veo que tienen sus collares- mirando de manera severa a las mujeres, el elfo regreso a su asiento.
-Con estos colgantes son invisibles a los ojos de Freya-sama, ¡nada los protege más!- con su típica actitud despreocupada, Heith saco de detrás de si a su primogénito.
-Ademas... Ellos querían venir a jugar- Hellum veía con una sonrisa como su hijo ponía de los nervios al catman.
-Esta reunión no es un juego... Hablamos de la posibilidad de hallarlo- el boarman fijo su mirada en las peligrises.
-Por eso hicimos esto...- entregando una hoja al poderoso aventurero, la ojinegra miro la cara poco sorprendida del jabalí.
-¿Una misión en las afueras de Orario?- levantando la ceja, Ottar miro a la mujer cambiar de apariencia, luciendo como su diosa.
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Danmachi-Fiel a mi Palabra
FanfictionLuego de rechazar los sentimientos de la diosa de la belleza, Bell Cranel es acusado de traidor y espía infiltrado, sin embargo, y en un intento por salvar su inocencia, el mismo se declara culpable dándose así por muerto. Tras ocho años lejos del C...