Luego de rechazar los sentimientos de la diosa de la belleza, Bell Cranel es acusado de traidor y espía infiltrado, sin embargo, y en un intento por salvar su inocencia, el mismo se declara culpable dándose así por muerto. Tras ocho años lejos del C...
Karuna, el pueblo mas cercano a uno de los bosques elficos más famosos. El día de hoy veía algo que no pensaban se volvería a repetir en 30 años.
-¡¡¡AHHHHHH!!!- una pelea de mounstros.
El rugido de la batalla fuera de la posada era temible. Chispas y sangre salían volando y, por increíble que parezca, estás tres fuerzas daban gala de su poder.
-¡Firebolt!- un rayo de color carmesí impacto en la armadura del pelinaranja.
-¿¡Magia!?- grito molesto un joven de unos 17 años.
-¡Kojou-sama...!- llamando al chico, una joven de cabello castaño y ojos verdes, descubrió su cuello.
-Soporto la maldición, soy uno de ellos- evitando ser atravesado por la espada de la una mujer de pelo negro -Padre de la sangre, elimina mi restricción- pese a ser golpeado por la maza de la pelirrosa, el ojiazul salto al lado de la castaña -¡Bebo del cáliz infernal, entrego mi alma al infierno!- clavando sus dientes en la castaña, recito de forma mental el disparador de su hechizo -Vampire Blood- dejando de succiónar el espeso liquido carmesí, rio al sentir fluir el poder en su cuerpo -¡Fourth Progenitor!- al siguiente momento su brazo derecho se volvió negro, sus ojos cambiaron a tener un color rojo y tatuajes rojos se marcaban en su antebrazo y puño.
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(N/A: Van a llover golpes)
Desapareciendo en un borron de velocidad, tomo desprevenida a Argana.
-¡Comete esto!- dando un golpe a la boca del estómago, saco todo el aire de los pulmones de la amazona.
La peliarena salió volando como una flecha, yéndose a impactar a una cantina al otro lado del pueblo.
-Ese tipo...- el elfo pelinegro que sostenía un combate contra la pelinegra humana, retrocedio al reconocer esa magia -Alejense de el, ¡acaba de usar una maldición!- terminando de hablar bloqueo un golpe de lanza de la ojicafe claro.
-Eres bueno- felicitando sus reflejos, Yukino alzó el cuello. Rápidamente fue mordida por el peliazul, mismo que se lanzó contra el espadachín.
Bloqueando como pudo al ojiazul, Kirito no pudo evitar salir volando.
-¡Sigues tu!- priorizando a sus víctimas, el vampiro fue mandado a volar por un puñetazo tóxico.
-¡Hey, hey, hey! ¿Que crees que tratas de hacer a mi socia y a la futura conquista de mi hombre?- la menor de las amazonas se atravesó para evitar un posible final trágico de la catwoman.
-¿Chupar sangre, eh?- Argana volteo a ver el agujero donde se estrelló el ojiazul. Ella misma venía a una velocidad trepidante -¡Si vas a jugar a ser un maldito mounstro, ¡Búscate tu propia maldición!!- con las uñas por frente, la amazona salto dónde el peliazul, solo para ser mandada a volar de vuelta.
