Capítulo 4: Hijas de la cazadora

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¿Que onda queridos lectores?

Aquí les dejo este capítulo nuevo capitulo.

Disfruten.

-¿Dónde estoy...?- tendido de espaldas a la orilla de un lago,un chico de pelo blanco y ojos rojos despertó.

×××

Luego de su milagrosa resurrección y desaparición tras su muerte, Bell Cranel caminaba con dirección al sur de la gran cuidad de Orario.

-Debo buscar un lugar para dormir- con la noche cobijandolo, el peliblanco subió un árbol para pasar la noche y descansar. Habían pasado cerca de 8 horas desde que emprendió su viaje de exilió; algo que creyó necesario, pese a las promesas que iba a fallar.


-Prometo volver lo más pronto posible...- musitó al viento listo para dormir.

×××

-¿Aún no amanece?- despertando algo incómodo, el peliblanco abrió un ojo y de un salto bajo del árbol que le sirvió de refugio. Continuando con su caminata, llegó hasta una pequeña villa que le trajo recuerdos.


-Como te extraño...- suspirando de forma nostálgica, camino al pequeño almacén para reabastecerse de víveres.

-Oh chico, ¿en que te puedo ayudar?- el encargado saludo y pregunto a Bell, el cuál lo miro y levantando una mano en saludo sonrió.

-Buenos días, solo busco granos y una cantimplora- respondió.

-¿Que te pasa chico? ¿Acaso te crees un ave?- bromeando con el peliblanco, el dependiente saco a relucir un enorme jamón -¿Y, que piensas de está belleza?- señalando la pierna sobre el mostrador trato de convencer a Bell.

-No lo se... Busco alimentos que no se pudran, y hasta donde se, la carne lo hace- argumentando su punto de vista, el ojirrojo volteo a ver al encargado, este último soltó una profunda risa al escuchar al chico.

-Hahahahahha...- Bell tembló en confusión por la reacción del hombre -¿Niño de dónde vienes? ¿Del campo? Hahahaha- ahora sí el chico estaba totalmente confuso -Este jamón está curado con sal, es prácticamente imposible que se pudra o apeste- sonriendo el enano lo invito a probar un poco de la carne.

-¡...!- sorprendido por el sabor, el peliblanco miro al enano -¿Y cuánto es su valor?- el dependiente del almacén sonrió triunfal.

-Veo que eres un viajero errante... ¿Que te parecen 60,000 valis?- el conejo se sorprendió por la cantidad, pero aún así pago por ello -¿Aún quieres el grano?- preguntando al ojirrojo, vio como este sacaba aún más dinero para surtirse.

×××

-Debo de agradecerle a Fels-san por prestarme dinero- viendo su mochila con apenas algunas monedas, se deprimió -Pero ese dependiente era bastante inteligente, gracias a él puedo sobrevivir un poco más- tomando la hoja donde venían las maneras de conservar distintos alimentos sonrió con orgullo. La noche amenazaba con evitar dejarlo avanzar; aun así decidió acampar a las afueras del poblado para ahorrar el dinero en pos del futuro.

Danmachi-Fiel a mi PalabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora