La ciudad de los héroes

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-¡¡Tierra a la vista!!- gritando desde lo alto del mástil, el marinero sonrió al ver la legendaria cuidad de Olympia.

-¡Todos a sus posiciones! ¡Recuerden el plan!- soltando las anclas al mar, la flota de 20 barcos de la diosa de la belleza quedó a algunas millas nauticas de tierra.

-¿Tenemos la posición?- recibiendo un asentimiento, la ojiverde se levantó del trono -Denme a los niños, es momento de llevar al cabo el plan- teniendo al pequeño Lino entre sus brazos, la rubia le sonrió gentilmente al bebé -Hoy tu y tu papi y mamis van a empezar con el sitiado- recibiendo una sonrisa tierna por parte del niño peliplata, Afrodita cerro los ojos -¡Saquen al conejo de su madriguera!-

×××

-Bell-dono- tocando la puerta del camarote del peliblanco, uno de los soldados de la Familia Afrodita hizo una mueca.

-¿Quizás salieron?- respondiendo con confusión, el otro que lo acompañaba vio con una gota de sudor a su compañero.

-Si genio, estamos en un barco en medio del mar, ¿a dónde diablos se pudo ir?- mirando con molestia al otro, una columna de fuego se mostró enmedio de ellos.

-Volvi...- mirando con una cara de poker a ambos hombres, el ojirrojo suspiro -¿Ya llegamos verdad?- recibiendo un par de asentimientos, Bell destrozó la puerta de una patada -¡¡Vistanse!! ¡Es hora de dar un paseo!- entrando con el miembro al aire a su camarote, los hijos de Afrodita temblaron aterrados.

-¡Esa cosa es un arma!-

×××

-Odio el mar- haciendo una mueca, Argana tenía mareos y ganas de vomitar.

-Debes agradecer por que vayamos en barco y no en una barcaza, de lo contrario ya hubiéramos volcado- regañando a la peliarena, Karen lanzó su cabello a un lado.

-Recuerden el plan: soy un mercader extranjero que ha llegado a la ciudad por casualidad- hablando de su personaje, el peliblanco miro al resto.

-Soy la esposa del comerciante- tomandose en serio su papel, la pelinegra se puso al lado de su marido.

-Soy la hija del comerciante y Lino mi hermanito- levantando una mano, la niña peliblanca hablo entusiasmada.

-Vengo en nombre de Aldegyr a hacer un tratado- llevando un pergamino con el sello real de la familia Rihavein, La Folia sonrió.

-¿Que era yo?- confundida por su papel, la amazona mayor miro al chico.

-Somos bailarinas Argana, no lo olvides- poniéndose su disfraz, la menor de las guerreras amazónicas le dió su traje a su hermana.

-Soy una sombra- poniendose su capucha, Sinon se cubrió la cara con un cubrebocas.

-Creo que estamos bien- viendo a sus mujeres y Argana con una gota de sudor, Bell sonrió preocupado -Pero me quedo con Enkidu y Tokyo- tomando a sus otros dos hijos, el ojirrojo suspiro.

-¿No sé verían muy extraños con tanta variedad de razas?- cuestionando a la pareja, La Folia miro a la gran variedad de personas en la supuesta familia.

-Puede ser, pero será una entrada válida- hablando con seguridad, el ojirrojo arropó a los otros dos bebés -Recuerden apegarse al plan y no llamar la atención, de nosotros depende lo bien o mal que vaya a salir la invasión y conquista de Olympia- viendo de forma más severa al frente, las mujeres asintieron.

Danmachi-Fiel a mi PalabraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora