Danmachi-Fiel a mi Palabra

Capítulo 14: Doble K

Que onda mis queridos lectores.

Les dejo este capítulo del fic.

Disfruten.

-Bienvenidos a Amatunte, hijos de Afrodita-sama- siendo recibidos por una de las sacerdotisas del lugar, el equipo de Bell saludo a la mujer.

-¿Cuál es la situación?- comenzando a descender del barco pregunto.

-El reino de Aldegyr movilizo sus tropas y han iniciado una campaña contra nosotros- explicando de manera resumida el ámbito actual, el peliblanco suspiro.

-Veo que la están pasando mal...- la precariedad en el lugar era palpable.

-Destruyeron nuestros campos de cultivo y han envenenado los pozos- agachando la mirada, la mujer hablo -Somo pacíficos, jamás hemos hecho nada a nadie...- sollozando, está recibió un palmadita en la cabeza.

-Si algo he entendido es que las naciones no son felices sino destruyen y subyugan a otros- Karen sonrió al ver a la chica. Siendo ex-noble sabía perfectamente la condición de las clases sociales; el hambre de poder y riqueza cegaba su amabilidad.

-¿Dónde están? ¡Desde que llegamos he querido patearles el trasero!- Argana veía de forma frenética el pueblo, realmente deseaba enfrascarse en un duelo.

-Les pido de forma amable que no hagan una locura- la sacerdotisa veía a los cuatro adultos emocionados por el combate.

-Gospel; Lucifer Arion- elevandose en el aire, Myrtella quito la gravedad de si misma -Puedo servir de vigía estando en el aire- la chica abrió los ojos al ver a una niña flotar como si fuera una hoja.

-Ella es muy peculiar, pero aún es joven- Bache veía a la peliblanca elevarse, luego sonrió al verla descender.

-Alcance a ver unos hombres a unos 900 pies de aquí- dando la recién adquirida información, el resto de personas asintió.

-Se los ruego, salven mi pueblo...- observando a las personas irse, sonrió con esperanza.

×××

-¿Porque debemos pasar por aquí?- lejos de esa provincia, un grupo de hombres en una carreta, se quejaba del maltrecho lugar.

-Debemos evitar los lugares cerca de Aldegyr, ¡no podemos pasar con su princesa como si nada!- regañando a su acompañante, otro de los rufianes regaño al primero.

En una de las montañas de por ahí, una arquera se preparaba para su misión.

-500 pies, viento de sureste a noroeste, velocidad de 2.4 millas...- apuntando con su arma a una de las bestias de empuje, saco dos flechas de su carcaj -Velocidad de de disparo múltiple menor a 250 millas, tensión del arco óptimo...- calmando la respiración, la mujer disparo sus flechas, matando en el acto a los caballos.

Mientras tanto con los traficantes...

-¿¡Que demonios fue eso!?- viendo sorprendido como cayeron sus bestias, giro la vista a su derecha, una flecha atreveso su cara de lado a lado.

-¡Huge!- al ver a su compañero caer, el hombre sintió una flecha en su hombro -¡Agh...!- sacandosela como pudo, miro con horror la sustancia en la punta -¡Vene... Puagh...!- vomitando sangre, el hombre también cayó de la carreta.

La princesa de cabello gris se hallaba confundia, hace unos segundos sentía el movimiento de la carreta, ahora por alguna paro abruptamente.