Luego de rechazar los sentimientos de la diosa de la belleza, Bell Cranel es acusado de traidor y espía infiltrado, sin embargo, y en un intento por salvar su inocencia, el mismo se declara culpable dándose así por muerto. Tras ocho años lejos del C...
El día apenas daba indicio de comenzar y una figura se movió a paso veloz entre las calles de Orario.
Con rumbo al Calabozo, apretó aún más el paso para no ser vista por nadie.
Al adentrarse en el lugar, se movió con elegancia y gracia a través de sus pisos hasta llegar al 18°, al llegar ahí se dispuso a descansar.
-Ha pasado un tiempo... Chicas...- llegando a la improvisada tumba de su antigua Familia, Ryuu Lion, colocó un ramo de flores -Las hecho tanto de menos~- suspirando con nostalgia, la elfa continuo -Syr se ha comportado de manera extraña últimamente, como si tratara de evadirme; también se cumple un año de la muerte de Bell...- la ojiazul de detuvo y, al inhalar, siguió -Tambien a el lo extraño... Si tuviera la oportunidad de tenerlo de frente le diría que lo amo...- con un brillo carmín en sus mejillas, la peliverde-amarillo cerro lo ojos recordando su feroz batalla contra Dainsleif.
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-Riveria-sama, es imposible detenerlo- mirando con el seño fruncido se hallaba Ryuu, explicando la situación a la princesa elfo.
Ambas se encontraban con heridas leves y cubiertas por una cortina de polvo y humo. Entre el polvo se observo una sombra de pie.
-Veo que aún no se rinden... Eso me gusta- asomándose con una sonrisa siniestra en su rostro un hombre congelo las acciones de las mujeres: con el cabello gris plata, ojos verdes, piel oscura distintiva de los suyos y orejas largas y puntiagudas como las que se encontraban frente a el. El "Tirano Oscuro", Hogni Ragnar veía con diversión a la princesa alta elfa y la camarera.
-¡Utilizo su magia de cambio de personalidad! ¡Esto es malo!- notando su falta de timidez, la pelijade retrocedió asustada.
-¡Oh...! Veo que la princesa noto la diferencia de poder entre nosotros- burlándose de la cobardía de la mujer, el elfo oscuro atacó directamente a la ojijade.
La elfa de ojos azules se lanzó dispuesta a decapitar al espadachín negro.
-¡Riveria-sama usted vaya con los demás!- sin dejar de presionar, la elfa rubia ordenó -¡Yo me encargo de el!- separándose del choque que había perdido, ambos elfos se miraron, listos para destruirse mutuamente.
-Te lo encargo Lion- corriendo lejos de ahí, Riveria dejo a su suerte a la espadachín mágica.
-Tu sacrificio honra las vidas de tus muertos- sonriendo confiado, Hogni alistó su Victim Abyss dispuesta para maldecir cada corte sobre la camarera.
-Tu no conoces nada de mi... Miserable genocida...- por su parte, Ryuu preparo su nueva arma Wing Serenade, creada recientemente por Welf, a encargo de la propia elfa.
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