Capítulo 4 - Thursday

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Jueves.

Jueves. Cuarto día de clases y mi plan del día anterior fue inútil. Quiero decir, mi mantra fue realmente exitoso al tratar de reiniciar mi relación con Dinah con el pie derecho, pero al ignorar la otra parte fallé. Fallé de una manera tan ridícula que me avergoncé de mí misma. Si un yo mayor emergiera para mí ahora mismo, en este mismo momento, el yo mayor me castigaría. Me retiraría del mundo. Lo cual no sería mala idea, si en esa reclusión no tuviera acceso a nada que involucre a Camila Cabello, la maldita idiota más encantadora de la faz de la Tierra. Por cierto, podría cambiar su nombre a idiota porque solo gente así hace lo que ella hizo ayer. ¿Sabes lo que es ser ignorada sin motivo aparente por una persona con la que apenas hablas y que te trató muy bien la primera vez que hablaron, pero que luego decidió enfurruñarse contigo y luego decide besarte en la mejilla como si hubieran sido amigas durante años? Bueno, yo no tenía esa noción y cuando se trata de este cubo mágico esa es Camila. Estoy viviendo, rompiendo y tratando de aprender alguna forma de poner las cosas en el lugar correcto. Simplemente intentandolo.

—Si pudieras ser cualquier otra cosa en la vida, ¿qué serías? —Preguntó Normani mientras íbamos de camino a la escuela.

—Hmm, no sé, ¿qué hay de ti?

—¡Oh, yo sería música! —Creo que esta chica ya se ha vuelto loca, lamento tener que decirlo, pero es un caso perdido.

—Es imposible que seas música, eso ni siquiera tiene vida. ¿No puedes ser un animal o algo más concreto? —¿Qué pasa? No creo que la música tenga vida, así que no puede ser música. Seamos racionales.

—No es imposible y tiene vida. Déjame explicarte por qué. —Ella se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. —Porque puedes escuchar música en todas partes. En el viento. En el aire. En la luz. Está a nuestro alrededor. Para escucharla, déjala entrar. ¡Sólo escucha! Todo el mundo me escucharía, la gente más diversa. ¡Piensa que increíble sería! —Dijo sonriendo y me encogí de hombros.

—Vaya, qué poético, pero ¿No te dije que dejaras de ver películas?

—¿Puedes dejar de ser insulsa por una vez en tu vida?

—No. —Respondí mientras atravesábamos la entrada de la universidad. —Eres mi amiga y por eso te daré un consejo que también sirve de advertencia. —Nos sentamos en un banco en el patio y ella se quedó mirándome esperando que continuara. —Estas cosas de las que tanto hablas, son cosas de películas. ¿Entiendes? No existen y no ocurren.

Normani respiró hondo y agitó las manos "dándose por vencida"

—Dime lo que serías entonces.

—Oh, después de eso es demasiado fácil. Una piedra, preferiblemente preciosa, porque es real y a diferencia de los sueños, no está en todas partes. —Sonreí astuta.

—Olvidaste mencionar que tampoco tiene sentimientos ¿verdad? Además de ser superficial y con solo valor comercial. —¿Cuándo vas a despertar a la realidad? ¡Ya es hora!

—Olvídalo, Normani. ¡Olvídalo!

—¡Eh! Ya eres amargada, pero parece que te hiciste aún más amargada después de… —Entrecerré los ojos. No te atrevas a decir lo que creo que dirás. —Cam..

—¡BUEN DÍA! —Me sobresalté al escuchar el grito y me volví para ver quién era. ¿Se ha convertido en rutina surgir en el momento de los asuntos más delicados, Dinah? Pronto abrazó a mi amiga y me despeinó el pelo riendo.

—¡Hola chicas! —Como siempre, Kordei tiene que ser la animada.

—Hola...¡Fuera, Jane! —Le di unos golpecitos en la mano y ella se rió.

Parece más fácil en las películasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora