Miércoles
Sé amable con Hansen. Sé amable con Hansen. Ignora a Cabello. Ignora a Cabello.
Miércoles. Tercer día de clases y ese ha sido mi mantra desde que apoyé la cabeza en la almohada anoche. Sí, decidí que ignorar a la otra es la opción más viable para mí. Si ella puede ignorarme, ¿por qué no puedo hacer lo mismo con ella? Tanto puedo como quiero. Ella no me afectará más, ni esa sonrisa suya, mucho menos con su apariencia, no comentaré sobre su cabello, tampoco mencionaré su modo torpe que tiene. Todo esto no será nada para mí. Suficiente de eso, no más pensar en ella. ¡Acabo de crear un sistema anti-Camila!
Me miré al espejo y sonreí engreída y orgullosa de mí misma. Agarré mi mochila y bajé para encontrar a mis padres y hermanos en la cocina.
—Buenos días a todos. —Hablé antes de que me llamaran la atención por no saludarlos. Me senté y desayuné hablando con todos. Sin duda mi estado de ánimo estaba radiante porque había decidido cómo lidiar con mi enamorami...quiero decir, mi encantamiento con cierta persona.
—Me voy. —Dije levantándome y llevando los platos al fregadero.
—Ve con cuidado y ven aquí y dame un beso. —Sonreí y me acerqué a mi madre, me incliné y la besé en la frente. Luego fui a mi padre e hice lo mismo.
En unos pocos días de mi vida lograba ser una buena hija y actuar así con mis padres. Pero solo en los raros días en que estaba feliz por algo.
—Adiós, Normani me matará si llego tarde. —Me despedí definitivamente y me fui.
Corrí a la casa de mi amiga. Ella ya estaba esperando en las escaleras, algo raro de ver. Por lo general, tenía que pasar una eternidad de minutos esperándola.
—Demoraste. —Normani dijo dando golpecitos con el dedo índice en el reloj de su muñeca.
—¡Dos minutos! —Me defendí mirando la hora en su reloj.
—Pero sigue siendo un retraso, especialmente para aquellos que siempre se adelantan a lo previsto. —Puse los ojos en blanco y me encogí de hombros para poder ir a la escuela.
Estábamos en un silencio estable. Caminé mirando al suelo y Normani hizo lo mismo. Nos detuvimos en un paso de peatones y esperamos nuestro turno para cruzar.
—¿En qué estás pensando, eh? —Preguntó, empujándome ligeramente con su hombro.
—¿Qué quieres decir?
—Te conozco. Para que estés de este humor feliz es porque tu mente corre a una milla por hora tramando algo. —Terminé riéndome de eso.
¡Hoy mi vida cambiará para mejor, Normani!
—No es la gran cosa. Pensé en lo que dijiste ayer y decidí que lo pondría en práctica. —Me encogí de hombros.
—¿En serio? —Preguntó como si no creyera.
—Super en serio. —Levanté el pulgar con la mano.
—Es bueno saber que esta mente tuya sirve más que solo acumular aire y pensar en Cam... ¡OUCH! —Le di un golpe en el brazo.
—Mejor no continues tu frase. —Ella refunfuñó mientras pasaba una mano por su brazo. ¡Puro drama! Juro que ni siquiera fue tan fuerte, ¡fue solo una advertencia!
Los coches finalmente se detuvieron y pudimos seguir nuestro camino. Todo estaba más de lo planeado para hoy.
¿Cual és? Es fácil ignorar todas esas cosas que esa persona me hace sentir. Es fácil de esquivar si me mira. Es fácil estar cerca de ella y no hablar con ella. Es fácil respirar el mismo aire que ella. Fácil. Eso es.
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Parece más fácil en las películas
Historical Fiction"Es obvio que si pudiera elegir quién me gusta, no serías tú." autora: sheusedtobeemo