Capítulo 61 - Wednesday

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Capítulo 61 - Miércoles.

Miércoles.

Seguro que has oído hablar de los moluscos o has estudiado sobre ellos. Si has visto dibujos animados, recordarás los famosos moluscos: Calamardo o Gary. Los moluscos son conocidos por varias características, pero una muy notable de algunas es que tienen la capacidad de llevar su propia casa, literalmente, sobre sí mismos. Evidentemente un caracol tiene un caparazón y piensas "bueno, ahí es donde vive". Pero si observas un calamar, terminarás preguntándote: ¿por qué dices que este pulpo tiene su propia casa? ¡¿Dónde está su caparazón?!" Lo sé. El calamar parece un pulpo y este también es un molusco, pero nuestro enfoque no está en el calamar porque en realidad no tiene un caparazón exterior, pero al menos entiendes que estoy hablando de moluscos. Y aún sin tener una “casa en la espalda”, el calamar tiene un mecanismo de camuflaje y defensa: soltar tinta.

¿A dónde voy con todo esto? Muy simple. Los animales que llevan sus casas allá donde van no deberían sufrir tanto por la mudanza. Aquellos que siempre necesitan huir tampoco parecen sufrir los cambios. Pero nosotros, los humanos y no tan afortunados como los moluscos, sufrimos porque tenemos la costumbre de fijar hormigón y madera al suelo y pensar que también estamos fijados allí, tampoco sabemos huir tirando pintura para tapar un pasado.

Son pocos los humanos que mantienen la herencia histórica de los nómadas.

Miércoles. 3.455 días desde que Camila me habló por primera vez. Y definitivamente uno de los días más raros que he tenido en mi vida pentagonal, es decir, en mi vida compartida con otras 4 chicas. Hemos pasado por muchas situaciones extrañas, malas, felices, ociosas... pero esta definitivamente es muy extraña.

Todo comenzó hace 2 meses. Era otoño y mi noviazgo con Camila iba muy bien. Muy bien osea: todos nuestros amigos y familiares celebraron la actitud de Camila, la estaban disfrutando.

Entonces, antes de explicar la extraña situación, necesito hablar sobre la reacción de la gente cuando se enteraron de que estaba comprometida con Camila. El día después de recibir la citación de matrimonio, todo se sintió diferente desde el momento en que me desperté. Me desperté de una manera que no era tan común los miércoles.

—Pero, ¿qué es lo común antes de conocer lo poco común, Lauren? —Por lo general, es el despertador el que grita y me dice que salga de la casa.

—¿Y lo inusual? —Lo inusual es tener a mi novia y prometida apretándome como si fuera una almohada mientras me besa la cara una y otra vez.

—Buenos.días.prometida.

Sonreí incluso antes de abrir los ojos, solo me permití sentir los labios de mi novia tocar mi mejilla izquierda, luego la derecha. Entonces, todavía sin abrir los ojos, liberé mis brazos del abrazo de Camila y los envolví alrededor de su cuerpo. Escuché una pequeña risa.

—Prometida, quería pasar un tiempo contigo, pero necesitas trabajar… —advirtió. —No iré hasta más tarde.

—Hmmmm... ¿Por qué me pediste que me casara contigo a mitad de semana?

Camila se rió en mi oído, haciéndome apretarla aún más fuerte. Despertar comprometida me hizo sentir como una niña exploradora recibiendo otra medalla, fue increíble. "Venciste a un oso, Lauren. Ganaste esta medalla" y luego "Lograste cuidar el campamento, Lauren. Conseguiste otra medalla." No sé si a los niños exploradores se les paga por acciones como esas, pero prefiero enfrentarlo de esa manera. He superado muchas situaciones para estar con Camila hasta el día de hoy y logré mantener, casi sin fallas, mi relación con ella. Soy una Girl Scout mínimamente considerable.

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