Parece más fácil en las películas

Capítulo 53 - Dream

Capítulo 53 - Soñar.

Ojalá pudiera hablar de días bucólicos, sobre vidas bucólicas, sobre el aburrimiento... Ojalá pudiera lloriquear por algo como cualquier novela inglesa, pero hoy no tengo nada de eso que hacer... ¡No! No se asusten, el rencor aún lo tengo dentro del alma, solo lo dejo a un lado porque hoy amanecí así y mañana puedo despertar deseando el fin del mundo... es relativo.

Así es como funciona el mundo. Un día piensan así, otro día no.

Por ejemplo, hace unos tres siglos se podían ver parejas de chicos saliendo en Roma, porque las mujeres no eran consideradas dignas de los hombres, ¿no? Pero, ¿qué pasó con el mundo? Lo que se suponía que debía evolucionar, no retrocedió, simplemente permaneció igual. Hoy solo las mujeres pueden tener hombres y solo los hombres pueden tener mujeres.

¡Es relativo! ¡No se debe imponer!

¡¿Por qué el mundo no puede llegar a un consenso?! Lo que estaba bien se vuelve incorrecto y lo incorrecto se vuelve correcto, pero siempre tiene que haber un mal, un bien...? ¡¿Por qué no tenemos el "todo el mundo prefiere algo diferente"?!

Casi me estaba volviendo loca con pensamientos como ese cuando recurrí a Internet. Encontré muchas cosas horribles, incluido un foro donde las madres se desahogaban sobre la decepción de tener un hijo gay y la peor parte fue ver a la gente estar de acuerdo. Muchos respondieron que esto era realmente un error y que la represión extrema era necesaria.

Demasiado asustada con esas reacciones, cerré el foro y fui a buscar cosas más... filosóficas, poéticas... ¡cosas que ya no me aterraran!

Fue entonces cuando terminé uniéndome a otro foro. Un foro donde la gente pedía ayuda con su propia aceptación "¡Esa soy yo!", pensó mi mente. Seguí desplazándome por la página, leyendo cada respuesta e incluso sintiendo un consuelo de que no estaba sola en esta situación... Lo que quiero decir es que había muchas personas en la misma situación o peor.

Estaba a punto de cerrar la página cuando encontré una frase citada que me llamó la atención:

"En fin, no creo que ninguna nación civilizada haya promulgado jamás leyes contra sus propias costumbres."

Me mordí el pulgar izquierdo, seleccioné la frase completa, la copié y la pegué en la barra de búsqueda. Pronto encontré el texto original, hice clic en el enlace, ¡pero no en el primero! Y descubrí lo que nunca pensé que sucedería.

¡Voltaire me salvó la vida en un momento de desesperación!

¡Sí!

Voltaire, el difunto, el ignorado por la gran mayoría en la escuela, el que se metió en la Ilustración... ¡Sí!

Y si me preguntas, lo que dice sobre el amor es completamente interesante, ¡incluso la parte donde menciona la homosexualidad! ¡Sí! ¡Él lo cita! Estoy tan sorprendida como tú. Así que gracias, Voltaire. Me sacaste de foros oscuros e iluminaste mi mente, en el momento equivocado, pero lo hiciste.

Mi mente estaba a punto de pensar en otra cosa cuando vi que la pantalla de mi teléfono celular se iluminaba y el nombre de mi amiga aparecía.

—Hey. —Respondí.

—¿Qué estás haciendo ahora? —Preguntó Normani.

—Estaba teniendo un ataque, pero ya pasó.

—¿Realmente pasó?

—Si, si. ¿Y tu? ¿Qué estás haciendo?

—Estoy aburrida. ¿Quieres ir a la playa?