Capítulo 35 - I Have Fought A Measureless Battle

1.1K 136 251
                                    

Capítulo 35 - He librado una batalla inconmensurable.

Martes.

—Oh, oh, oh...Camila, por favor lárgate de aquí. —Escuché una voz a lo lejos y enterré mi rostro más profundamente en la almohada. —Te lo ruego, Cabello. ¡Duele!

Abrí los ojos y levanté la cabeza para ver a Lauren contorsionada en una expresión de dolor.

Ah, la almohada era Lauren.

—Hola... —Le sonreí lentamente a ella tratando de ser encantadora, pero no creo que haya funcionado.

—Me duele el cuello. —Ella habló. —De verdad...

—¡Oh! —De un salto me bajé de ella, que se incorporó con dificultad, apoyando una mano en su cuello. —¿Puedes moverte?

Lauren intentó negar con la cabeza pero terminó gimiendo de dolor.

—Maldita sea... —Murmuró, apoyando la mano en la parte posterior de su cuello.

—Cálmate... —Miré alrededor de la sala de estar y la cocina, tratando de ver si alguien se había despertado. —¡Conseguiré ayuda! —Cuando vi que éramos las primeras, salí corriendo, pero terminé tropezando con el cobertor. —¡Auch!

Me quejé y tan pronto como golpeé el suelo, la risa de Lauren resonó por la habitación haciéndome resoplar de consternación. No sentí ningún dolor, pero no quería que se riera de mi vergüenza... ¡Apenas me despierto y caigo frente a la chica de la que estoy enamorada! ¡Este es el fin de mi dignidad!

—Así que necesitarás…ayuda para… ti. —No podía dejar de reír, lo que casi me cabreó...Casi porque me gustaba su risa, sobre todo cuando el motivo era yo...no exactamente en esta situación, pero...

—Basta, Lauren. —Dije, relajándome mirando a la idiota, que siempre se reía de nada, con las manos en el estómago.

—Oh...creo que mi dolor se ha ido. —Ella sollozó, secándose los ojos.

—Ayúdame, tarada. —Levanté ambos brazos.

—Tú eres ma que necesita tener más cuidado, idiota. —Se levantó del sofá, tomó mis manos y tiró de mí sin dificultad.

Recogí la manta del suelo, antes de que pudiera quejarse, y mientras me calmaba le di una palmada en la nuca, que gimió de dolor.

—Para que aprendas a no reírte de mí.

—¡Camila! —Ella se quejó, de la forma en que más me gustaba que se quejara: llamándome por mi nombre.

—¿Qué está sucediendo aquí? —Dimos la vuelta al mismo tiempo y encontramos a Normani saliendo del pasillo.

—Fue Camila… —respondió Lauren irritada. —Haciendo estas cosas que hace.

—¿Quieres otro golpe? —Amenacé.

—¡No! —Lauren dijo corriendo a la cocina.

Mis ojos la siguieron al mismo tiempo que emergió mi sonrisa tonta.

«Tan hermosa corriendo...»

—¿Por qué se levantaron temprano? —La voz de Normani me distrajo.

—Dormimos aquí, Mani. —Expliqué. —Tanto es así que se despertó con el cuello dolorido. —Me reí del recuerdo.

—Separarlas de habitación no sirvió de nada.

—Exactamente. —Levanté la barbilla con orgullo y me dirigí hacia el dormitorio.

Después de despertar a Ally y tener que arrastrar a Dinah, desayunamos, luego Normani se vio prácticamente obligada a ayudar a Lauren con el dolor en su cuello. Después de mucho estirarse y lloriquear por lo dramático, Normani colocó una toalla tibia alrededor de su cuello y dijo que tenía más cosas que hacer. Lauren dijo estar bien, desapareció por el pasillo por un tiempo, hasta que regresó con otro atuendo y una manta pareciendo una idiota...

Parece más fácil en las películasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora