[Capítulo 19]

16 3 0
                                    

Poco a poco las personas despertaron, algunos en sus casas acostados y arropados, los militares y fuerzas especiales en un gran gimnasio recostados en unas colchonetas con frazadas, los hunters en el auditorio en las sillas desplegadas con mantas, y los políticos en colchonetas en otro gimnasio que ninguno conocía.

Todos estaban algo aturdidos y confundidos, en especial los ciudadanos, pues si supuestamente los del gobierno querían acabar con los habitantes del continente oscuro por ser un peligro para la sociedad, no parecía para nada.

Los políticos notaron que en sus muñecas tenían pulseras sencillas de metal, lo cual confundió a todos, ¿por qué aun estaban bien?¿los iban a torturar? Ese se pensamiento hiso temblar y sollozar a todos, pero el gobernador no le importaba, solo pensaba en una forma de terminar con todo esto y volver a la normalidad, una donde todos esos monstruos incontrolables no existían.

Él sentía rabia por no poder tenerlos bajo su control, por lo que como un niño caprichoso y malcriado, si el no podía tenerlos, nadie los tendría ni existirían. Miro arrabiado sus muñecas donde estaban las dichosas pulseras, las cuales las quiso tirar lejos.

?????: yo no intentaría quitarme las pulseras

Todos voltearon hacia donde escucharon la voz, que muchos al recordar sintieron escalofríos, menos el gobernador que miraba al chico como si no fuera nada.

Gobernador: yo hago lo que se me da la gana.

Zigor: si se lo intentan quitar, les dará descargas eléctricas.

Todos alejaron sus manos de las pulseras con temor, en definitiva nadie quería electrocutarse.

Zigor: no queríamos llegar a esto pero no nos dejaron opción, nos trataron por años como basuras, monstruos y objetos para dominar, experimentar, maltratar o matar...

Gobernador: -sonríe- eso es porque lo s__

Zigor: no, somos seres vivos como ustedes, pero como no nos dejamos dominar, por capricho suyo, nos quiere matar...y nosotros no somos nada sumisos

Gobernador: -busca algo en su saco- pero nosotros sabemos todo sobre ustedes...en especial sus debilidades...

De su bolsillo, sacó un silbato de metal para luego soplarlo con todas sus fuerzas, provocando a todos del gimnasio se aturdieran, mientras que al chico solo lo hiso temblar un poco. Cuando el hombre miró hacia donde estaría el contrario, sabiendo que lo vería agonizando en el suelo para poder pisarle y patearle a su mereced, sin embargo, la realidad fue otra.

Extrañado y enojado miro hacia arriba, notando la fría y dura mirada del muchacho, provocando un escalofrío en todo su ser, por primera vez, se sentía pequeño ante alguien, y eso lo ponía rojo de la rabia, eso no era lo que quería, en lo absoluto.

Zigor: -serio- con que sabes nuestras debilidades, ¿eh?...sabemos todo lo que la mayoría hicieron, lo expusimos a todos los ciudadanos, demostrando quienes son inocentes y quienes no...

La mayoría de los políticos empezaron a temblar por haber sido expuestos ante todos, allí fue cuando algunos notaron algunas cámaras que no estaban a la vista, los estaban grabando.

Señora: -levanta la mano- d-disculpe... - apunta a los artefactos- esas cámaras, ¿están grabando?

Zigor: -cruza los brazos, indiferente- están en vivo...y no saben la cantidad de comentarios negativos hacia ustedes hay a cada segundo, creo que la mayoría perderán su puesto de trabajo e irán a prisión, y otros los reemplazaran, claro, los que son inocentes y los que son capaces de hacer el bien...-mira al ex-gobernador- sin afectar o dañar a los demás...

Furia Nocturna 2: El Dragon De La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora