verdadero desastre

625 34 41
                                    

Capitulo veinticinco (sexto capitulo, segunda temporada)

Narrador univeresal

—Idiota, cerdo, sucio, asqueroso, malparido, estúpido, engañador, poco hombre ¿cómo se atreve a hacerme algo así a mí? — Marizza estaba en el aula, golpeando y tirando todo lo que se interponía en su camino —caradura, sin vergüenza, farsante, mosquito muerto, nunca nadie jamás se atrevió a lastimarme—

—Marizza ¿podes hablar claro?— preguntó Luján, esperando que en algún momento su discurso de odio termine —Llevas más de diez minutos insultando al aire—

La colorada caminaba de un lado a el otro con enojo, poco le importaba lo que lujan pueda decirle, solo quería salir del salón de clases y correr a asesinar a Pablo, pero la rubia tapaba la entrada y no estaba tan mal como para tirarse por la ventana, por ahora.

—Ese maldito bastardo, imbécil, hijo de mil pu...—

—Marizza, basta— la interrumpió

—Siempre dije que no había que confiar en un Bustamante, los detesto desde que era pequeña ¿por qué no seguí con mi odio en lugar de encariñarme?— se quejó, golpeando una mesa —Ese hijo de perra va a pagarme cada cosa que me hizo, lo odio ¡lo odio!—

—Marizza por favor—suspiró frustrada —Siempre supimos que Pablo es un idiota, esto no es una novedad, no se que te sorprende si él siempre fue una mierda—

—Ya está, ya estoy más calmada— inhaló y exhaló, tratando de normalizar su respiración —Ya es hora—

—¿Hora de superarlo?— preguntó con entusiasmo

—Hora de vengarse, Luján— 

—¿Te podes calmar? me das miedo cuando te pones así— admitió

—Ya estoy calmada ¿no ves que estoy re calmada? super hiper mega calmada— dijo mientras sus manos temblaban —Nunca en mi vida estuve tan calmada—

—Mira como dejaste todo Marizza ¿Qué le vamos a decir al preceptor? estas loca— se lamentó

—¿Qué me tienen que decir?— preguntó el entrando al aula— ¿se puede saber que paso acá?—

Blas Heredia entró al aula, y se había encontrado con un verdadero desastre. Parecía que un huracán había pasado por la escuela, específicamente en ese salón, todas las sillas y las mesas estaban dadas vueltas, una silla estaba trabada en la ventana, otra colgaba del ventilador, la mesa de Pablo tenía una pata menos, todos los afiches habían sido arrancados, había basura por todas partes.

—Llegamos y estaba así preceptor, no sabemos que paso— mintió Lujan, esperando que le crea aunque sabía que era casi imposible, ese hombre desde que entro a la institución le hace la vida imposible.

—Fui yo Blas, perdón— dijo la pelirroja —Es que estaba triste y me desahogue así— bajo la mirada

—Linares ¿nos deja solos?— pidió molesto

—No puedo preceptor, tengo que...—

—Linares déjenos solos— interrumpió, fulminándola con sus ojos, si las miradas mataran...

—Anda Luji, gracias por la ayuda a pesar de todo— sonrío, Lujan solo asintió y se retiro, aunque no quería hacerlo, sentía una muy mala vibra.

Marizza se sentó en la mesa tratando de verse relajada, Blas estaba parado frente a ella y el show debía comenzar

—¿Me puede explicar lo que paso señorita Spirito?— preguntó con cierto enojo, Blas Heredia era un hombre autoritario ¿Quién diría que esos ojitos verdosos podrían tener tan mal carácter?

Enredado(s) 2Where stories live. Discover now