La competencia

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Capitulo veintisiete (octavo, segunda temporada)

Mía

Llegue, él estaba declarando frente a un juez y personas que desconocía por completo, Manuel parecía ido, su mirada estaba perdida, no lloraba, su voz no estaba quebrada... ahora que lo pienso ¿alguna vez lo vi llorar?

Una sensación rara recorrió mi cuerpo, nunca había pensado lo frívolo que es con el tema de sus padres ¿esto es normal? Manuel era la persona más dulce y comprensiva cuando se trataba de ayudar a los demás, pero con el asunto de la muerte de su madre era un ser frío, era un robotito. Jamás me contó la historia, nunca mencionaba a sus padres para nada, ni siquiera en alguna anécdota 

Quise llorar al oír sus palabras, como narraba todo con lujo de detalle, pero no se le movía ni un pelo... y yo que soy la persona más sensible del mundo necesitaba llorar mil años pero absurdamente quise lucir fuerte por él, se que me necesita, esto debe ser difícil de afrontar. Manuel y yo nunca hablamos de esto y eso me hace sentir culpable, soy su novia pero no puedo apoyarlo con sus problemas como lo hace el conmigo.

Él termino y pareció que todo volvió a la realidad, su rostro se relajo, su cuerpo se calmo y sus ojos se posaron en los míos. No pude evitar emocionarme, el me sonrío y comenzó a caminar en dirección hacia mi, quise correr a sus brazos, necesitaba abrazarlo y hacerlo sentir que todo esta bien, eso que él hace conmigo.

Alguien se me adelantó, una chica morocha, aparentemente más grande, salió de la nada y lo abrazo, dejando a Manuel paralizado nuevamente.

—Eso fue muy valiente mi amor, eres un orgullo, mi orgullo— esa chica se separó un poco de él y lo beso

Una mezcla de emociones se apoderaron de mi, me negaba a creer que mi novio estaba besando a otra mujer, quería asesinarla, o asesinarme pero no podía, solo me acerque a ellos.

—¿Qué es esto Manuel?— hable lo más calmada que pude, pero Manuel no respondió, solo me miraba culpable.

—¿Quién es ella, cariño?— preguntó la chica abrazada a él

¿Alguna vez sintieron como su autoestima caía en picada? ¿Alguna vez alguien, sin siquiera haberlo intentado, logro hacer que se sintieran acomplejados? si lograron sentirse así creo que pueden entender a la perfección lo que siento en este preciso instante.

Esa mujer era todo lo que yo soñaba ser, era más delgada que yo, pero sus curvas estaban bien definidas, su ropa ajustada resaltaba todos los atributos de su cuerpo. Su cabello era sedoso, con ondas naturales, y su piel era perfecta. Se veía como una persona segura y confiada. La pelinegra tenía todo lo que yo soñaba tener, incluyendo a mi novio.

—¿"Cariño"?— pregunté confundida, esperando haber oído mal

—Si— sonrío— Soy Sabrina, la novia de Manuel ¿y tu eres...?— al ver su rostro pude notar lo hermosa que era, su sonrisa era perfecta, todo en ella lo era

¿Cómo hago yo para competir con alguien así? sentí como algo en mí se rompía cuando oí la palabra "novia". Yo era su novia, ese era mi lugar, yo lo merecía.

—Yo soy Mía, la otra novia de Manuel al parecer— dije con disgusto, la cara de la pobre Sabrina se vino abajo y Manuel seguía sin reaccionar

Ya sentía haber visto lo suficiente, no necesitaba explicaciones, la situación ya era bastante clara por lo que decidí salir de ahí aunque no tenía a donde ir, Sonia dijo que iba a buscarme en una hora pero ni siquiera habían pasado 15 minutos. Ella fue a averiguar un hotel para pasar la noche. Esto había sido una locura ¿por qué carajos pensé en hacer esto?

Enredado(s) 2Where stories live. Discover now