Enredado(s) 2

Dylan Menéndez

¡ÚLTIMOS TRES CAPITULOS!

Capitulo cuarenta y nueve (veintiochoavo, 2da temp)

(Recomiendo leer los últimos capítulos con música depre de fondo y a solas, si son sensibles como yo preparen pañuelitos)

Mia

¿Cómo se puede empezar a describir el peor error que cometí en mi vida?

Todas las noches práctico en mi cabeza como contarlo, no se bien a quien, hay días que me imagino contándole todo a mi hermano, otros días a Franco o a Sonia, a veces a mi psicóloga, a mis amigas y casi siempre a Manuel. A él estuve a punto de confesarle todo, pero no pude.

Pero se que Pablo se sentiría culpable si se lo cuento, mis padres seguro lloran, en terapia se me hace difícil decir toda la verdad, con mis amigas no siento la confianza suficiente y Manuel... es Manuel, se que el se va a meter en esto también y eso no es lo que quiero.

¿Cómo puedo contar la experiencia más horrorosa que tuve en estos diecisiete años?

Él, Dylan no se cuanto, un chileno estudiando en Estados Unidos, un chico "distinto a los demás". Y si, él era distinto, él era el peor de todos. Dylan no era un chico, Dylan era un sorete. Un error de la naturaleza, un pedazo de basura inservible.

Apareció cuando yo tenía catorce años recién cumplidos, éramos muy pocos latinos estudiando en ese colegio Estadounidense, por eso cuando entro se acercó a Pablo, a Sol y a mí. Ellos dos eran novios en ese momento, por eso cuando estábamos los cuatro juntos, Dylan y yo hablábamos mucho entre nosotros, era como estar a solas.

Cuando lo vi por primera vez jamás pensé, jamás llegue a imaginar que iba a ser la persona que destruya mi psiquis en mil pedazos, nunca creí que el podría dejarme tantas marcas en el alma. Marcas que ni los años ni las nuevas experiencias pueden sanar. 

Empezamos siendo amigos, todo iba bien, muy bien. Yo era la chica más deseada, todos peleaban por invitarme a salir, pero yo siempre los había rechazado. Era de las pocas chicas que jamás habían tenido novio, que jamás habían besado a nadie... y no porque no haya tenido la oportunidad, simplemente no quise hacerlo.

Nada de eso me había llamado la atención hasta que apareció Dylan, él parecía más maduro que los demás, me trataba como a una dama, me hacía sentir linda y querida. Nunca nadie me hizo sentir como él lo hacía, parecía sacado de un cuento de hadas.

Amaba sentirme amada.

Poco a poco fue acercándose a nosotros, pero principalmente a mí, me hacía reír, me decía piropos a cada rato, hablábamos de todo, era agradable. 

Me sentía bien con él, por eso acepté una cita, y luego otra, y luego otra. 

Nos pusimos de novios y no pude haber estado más feliz. Fue mi primer novio, mi primer amor, mi primer beso, mi primer todo. Nunca pensé que iba a terminar siendo la experiencia más horrible de mi vida.

Pero en mi defensa, cuando empezas a conocer a un chico nunca pensas que va a terminar haciendo de tu vida un inferno, ni siquiera me paso por la cabeza esa idea. Jamás me hubiese imaginado que ese pedazo de excremento iba a terminar siendo el peor error que cometí en mi vida.

Todo iba muy bien, hasta que empezó a ir mal, muy mal.

Nuestra relación empezó a ser una mierda cuando nos pusimos de novios, me celaba mucho, me manipulaba de las peores maneras...

Él me decía que los celos eran amor (jamás volveré a estar con alguien que diga eso), decía que me amaba tanto que tenía miedo de que otro me aparte de su lado, yo le creía.