Bomba de tiempo

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Capitulo cuarenta y cinco (veinticuatroavo segunda temp)

Pablo

Cuatro días habían pasado desde que me fui, creí que un viaje con papá iba a servir para estar más cerca, para unirnos más. Pero lo único que hizo desde que llegamos fue salir, yo me la pasaba encerrado en el hotel, Sergio se reunía todos los días con alguien diferente, Mora siempre lo acompañaba. Yo fui una o dos veces con él por obligación.

Pero era más el tiempo que me pasaba encerrado que el que pasaba con él. Cuando llegaba a la noche yo trataba de hablar con él, mis intentos eran en vano porque papá siempre volvía de mal humor y cansado.

Cuatro días me alcanzaron para saber que venir al sur con ellos fue una mala decisión, no sabía como iba a hacer para tolerar un mes más acá, extrañaba a mis amigos, ni siquiera había podido despedirme de ellos, me preocupaba mi hermana, deje a Mia en uno de sus peores momentos y aunque hablábamos por mensaje todos los días no era lo mismo. Otro con él que hablaba seguido era con Manuel, seguíamos investigando sobre mi hermana, sobre que le estaba pasando. También aprovechaba a preguntarles por Marizza, porque desde que me fui ella y yo no hablamos.

Mia me dijo que la veía mal, Manuel no quiso darme detalles, Guido y Tomás viven en una nube de pedo y no son capaces de ver como estaba mi ex futura novia, siempre era lo mismo cuando les preguntaba como estaba "yo la veo igual" de parte de Tomás y un "cada día más linda" del idiota de Guido. 

Marizza estaba enojada conmigo, o eso supuse, no expreso mucho cuando quise despedirme, tampoco contestaba mis mensajes o mis llamadas. Yo la extrañaba cada día más, me hacían falta sus besos, sus caricias, sus caprichitos, sus peleas sin sentido, sus chistes y sus ocurrencias, sus juegos, sus delirios, su locura. Extrañaba lo que me hacía sentir, la extrañaba a ella y solo habían pasado cuatro días.

Por eso me tomé un avión, para cuando papá se entere yo ya iba a estar nuevamente en Buenos Aires, con mi gente. 

Entre a la escuela, corrí directo a la división de las mujeres, primero iba a ver a Marizza y luego a Mia, ninguna de las dos sabría que yo volvía hoy. Quise sorprenderlas.

Estaba tan apurado que no noté cuando me choque con una chica, ambos terminamos en el suelo. Alcé la vista y me encontré con unos ojos azules y un cabello rubio ondulado. Ella me sonrió y yo le devolví el gesto.

—Perdón, venía distraída— dijo ella, apenada

—Perdóname vos a mí, soy un bruto— sonreí, me levante del suelo y le extendí mi mano para ayudarla a levantarse, ella aceptó mi ayuda —Venía apurado y no te vi—

—No pasa nada, soy Consuelo, por cierto— sonrió 

—Un gusto, yo soy Pablo ¿sos nueva?— levanté una ceja

—Si tengo suerte si, vine por el puesto de asistente de secretaría, tengo una entrevista con Gloria pero me perdí—

—¿Puesto de asistente?— fruncí el entrecejo —¿Cuántos años tenes?—

—Diecinueve, recién cumplidos— sonrió

—Pareces más chica, pensé que eras una compañera nueva o algo así— reí

—Por las dudas voy a tomarlo como un cumplido, así que gracias Pablo— me guiñó un ojo divertida—¿Sabes si hay muchos candidatos para este puesto? tengo miedo de no quedar—

Enredado(s) 2Where stories live. Discover now