Enredado(s) 2

¿Sabes guardar un secreto?

Capitulo veintiocho (noveno, segunda temporada)

⚠️Yo solo voy a recordarles que esta serie es +18, esto esta bajo su responsabilidad⚠️

Narrador universal

-Imagínate lo que hubiese pasado si nosotros no llegábamos Mía ¿vos estas loca?- la regañó el rubio - ¡¿Qué te hubiese pasado Mia?!- el estaba alterado, caminaba por la habitación de un lado al otro.

-¡Basta Pablo! vos no sos mi papá- respondió enojada

Ella estaba recostada en el medio de la cama esperando a que Franco llegue con la comida, aunque no tenía muchas ganas de comer. Aún seguía en ropa interior, pero estaba tapada hasta el cuello con tres acolchados.

-SOY TU HERMANO- gritó enojado -Quieras o no siempre voy a ser tu hermano Mia, y me duele mucho esto que te haces ¿Por qué no me lo contaste? ¿Vos te das cuenta de la forma en la que me vengo a enterar que mi propia hermana es anoréxica? -

-No es algo que me guste contar Pablo, pensé que lo estaba controlando-

-¡SOS ANOREXICA MIA!- tomo de su cabello y comenzó a tirar de él con desesperación - Sos anoréxica y soy la última persona en enterarme-

Luego de oír como Mia se desmayo, Pablo tiro la puerta abajo con la misma desesperación, el nivel de preocupación que llevaba lo hizo romper la puerta de madera en menos de un minuto, por lo que ahora llevaba su mano vendada. Franco la tomó entre sus brazos y la llevo hasta la cama cuando aún estaba desmayada.

La ambulancia llego y un medico atendió a Mia, le recomendaron un calmante, pero no había mucho que puedan hacer por ella. Luego de veinte minutos se fueron y Franco bajo al restaurante del hotel para conseguir algo de comida para su hija, ella estaba muy débil.

-No le grites Pablo, ella no es una nena, cálmate, ya esta- la pelirroja lo freno y se sentó al lado de Mia. Desde que llego a México y la encontraron en el baño desmayada no se separo de ellos. Hizo algo que jamás pensó hacer, acababa de darle un abrazo a la rubia- ¿Cómo te sentís, Mia?-

-Me duele mucho la cabeza y tengo frío- dijo con la voz entre cortada, este definitivamente no era su mejor momento

-Toma, tapate bien- Pablo le dio otro acolchado, para poder abrigarla aún más

-Mia no tenes que hacer estas cosas, no te sirven de nada...- comenzó Marizza, pero la interrumpieron

-No quiero hablar de esto ahora Marizza, pero gracias por estar acá- le sonrío Mia con dulzura

-Prométeme que no vas a hacer más estas cosas- pidió Pablo recostándose junto a ella, dejando a Mia en medio de los dos -Casi me muero del susto-

-No puedo prometerlo Pablo, no quiero decepcionarlos después, esto es muy difícil para mi-

-También es muy difícil para las personas que te queremos, melli- acarició su cabello

La puerta de golpe se abrió, dejando pasar a Manuel

-Mia, mi amor ¿Cómo te sientes?-

-¿Qué haces acá? Pablo por favor sácalo, no lo quiero ver - pidió al ver al mexicano

-Marizza me dijo que te desmayaste, necesitaba saber como estas- ambos le lanzaron una mirada de reproche a la colorada quien en este preciso momento se arrepentía de haberlo llamado, definitivamente no era un buen momento para que aparezca su amigo.

-Manuel ándate, no quiero verte- dijo directa -Necesito que te vayas-

-¿Sigues enojada por lo de Sabrina? ya te dije que ella y yo terminamos- intentó acercarse a ella -Esto es mucho más importante que Sabrina, estas mal mi amor-