Hoy aprendí dos cosas; es muy incómodo conducir con un chico ebrio al que le acaban de romper el corazón y Leo no es perfecto. Todo lo que él dijo era justo lo que quería escuchar, pero no así; no meses después de haberme hecho sentir rechazada. Sí, mientras más analizaba sus razones más me parecían razonables, pero eso no justificaba lo mal que me habían hecho sentir.
El escuchar un sollozo callado a mi lado me hizo percatarme de que yo no era la que peor se encontraba en esta situación.
—¿Estás bien?— pregunté y sólo silencio fue mi respuesta.
Que tonta, obviamente no está bien; Millie lo acaba de dejar por el idiota de Andrés, aunque no estoy segura de que ella y Alex hayan tenido algo serio.
—Escucha, sé que duele el ser rechazado, créeme, tengo demasiada experiencia en eso.— espeté riendo esperando una reacción positiva de él, pero Alex sólo me miró mal.— Lo que quiero decir es; esta es tu primera desilusión amorosa de muchas, demasiadas...
—¿Se supone que esto me debe hacer sentir mejor?— interrumpió molesto.
—¿me dejas terminar?—respondí en tono molesto causando que él se callara.— sé que duele, pero es momentáneo, en unos años ya no lo recordarás y todo estará mejor; verás como ella estará arrepentida por no haberte tratado mejor, además que se dará cuenta que Andrés no vale la pena; tal vez ya lo sabe ahora pero no lo quiere aceptar.
Mi hermano me sonrió y yo regresé mi vista al camino.
—Rebeca.—me llamó causando que lo volteara a ver.— Gracias, pero todo lo que dijiste no me hace sentir mejor.
Lo miré ofendida, pero al notar como él reía me hizo sonreír. Bueno, al menos lo intenté.
☆ ☆ ☆
Después de estacionar el auto, ambos bajamos y entramos a la casa, donde encontramos a Emma llorando en el sofá de la sala. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué todo el mundo estaba mal hoy?
Alexander la miró unos segundos, después decidió que no era su problema y continuó su trayecto hacia la planta de arriba; suspiré y me acerqué a ella, no me quedaba otra opción más que consolarla, era mi hermana, quizás no fuera cercana a ella, pero seguía siendo parte de mi familia. Me senté al lado de ella esperando a que notara mi presencia, pero después de varios segundos en los que Emma continuó llorando sin percatarse de mi existencia; por lo que decidí colocar una mano en su hombro.
—¿Estás bien?
Dios, tenía que dejar de preguntarle eso a las personas cuando claramente estaban mal.
—Sí, estoy bien, vete; no quiero que me veas así.— respondió entre sollozos tratando de limpiar su rostro con sus manos.
Me paré de mi lugar con la intención de escapar, pero no la podía dejar así, por lo que decidí ir a la cocina por un pañuelo en su lugar.
Le tendí el papel frente a ella, causando que mi hermana me mirara.
Esperé a que se calmara y aseara un poco antes de hablar con ella.
—¿Quieres hablar de lo qué pasó?
Ella negó con la cabeza, sin embargo decidió contestar.
—No es importante, sólo es que Mario me dejó por Samantha; él ni siquiera me gustaba, sólo me molestó.
Fruncí el ceño, no sabía que esa chica seguía presente en la vida de Emma. Samantha fue una chica que solía molestar a mi hermana cuando ambas eran más pequeñas, las dos eran demasiado competitivas.
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Bajo el cielo estrellado
Teen Fiction[Terminada] (sin editar) Rebeca cree estar enamorada de Leo; Justo como creyó estar enamorada hace dos años, pero esta vez es diferente, o al menos eso cree. Lo único que sabe es que tiene la mala costumbre de enamorarse de los amigos de sus hermano...