Esto no está editado.—¡¿Qué?! ¿Por qué le dijiste a Pablo que me habían atropellado?— Exclamó mi amiga, logrando llamar la atención de gente a nuestro alrededor.
Alison acababa de confesarle a Maya la excusa que ocupamos hacía unas horas en la actividad de literatura.
—No se me ocurrió nada más, perdón.— Se disculpó la rubia con arrepentimiento en la mirada.
La verdad no sabía qué harían para salir de esa situación, yo estaba haciendo todo lo posible para no involucrarme; así esperaba que si Pablo las descubría yo no estaría enredada, aunque probablemente sí estaría implicada y era algo ingenuo creer que no pasaría. Devolví mi vista a mi comida; después de la escuela fuimos a mi casa a comer porque Claudia se peleó con su mamá y no quería regresar; yo en cambio ya quería estar mi habitación y dormir hasta la mañana siguiente.
—Ahora que vamos a hacer.— Se quejó Clau recargando su rostro en sus manos.— Debiste dejarme hablar a mí, Alison.
Estaba de acuerdo, Claudia era muy buena mintiendo.
Ali la miró con una mueca incrédula.
—Tú fuiste la que me pidió que hablara.También le daba la razón a mi mejor amiga, creía recordar a Clau obligando a Alison a inventar una excusa.
—No sabía que eras tan mala mintiendo.
Por mas increíble que sonara, yo tampoco sabía que mi amiga de más de diez años no sabía mentir. Por más que tratara de recordar, no aparecía ningún recuerdo de Alison teniendo que mentir por las dos, siempre era yo la que lo hacía; de hecho ahora que lo pensaba, a los doce años Ali pasó por una etapa en la que no le gustaba decir mentiras.
La rubia le iba a responder algo más cuando Maya la interrumpió.
—Creo que la única solución es tener que faltar algunos días y regresar cojeando.
—¿No te piden un papel que justifique tus faltas o algo así? — Preguntó Alison con la boca llena de comida.
Que asco.
Claudia puso los ojos en blanco.
—No hables con comida en la boca.— Le pidió.— Y respondiendo a tu pregunta, sí se lo pedirán.
La morena suspiró y mantuvo el silencio por unos segundos.
—Supongo que sólo diré que perdí el justificante.— Concluyó y las otras dos chicas asintieron dándole la razón.Algo que no entendía era cómo Maya había llegado a nuestras vidas y enseguida encajó en nuestro grupo; yo llevaba más tiempo que ella en él y había veces como ahora en la que sentía que no encajaba del todo, en las que me sentía invisible; pero a decir verdad yo siempre me sentía invisible, nadie nunca notaba mi presencia en mi familia, tampoco en clases, y había veces con mis amigas en las que sus conversaciones sólo se centraban en ellas y yo no tenía nada que decir; incluso Leo no sabría de mí existencia de no ser porque es amigo de mi hermano.
—¿Y cómo les fue en la actividad?
—No ganamos la actividad pero obtuvimos dos puntos extra porque Claudia contestó dos de los diez ejercicios que nos pusieron.— Respondió Alison. Tenía razón, de hecho ninguno de los otros integrantes del equipo supimos responder ninguna de las preguntas más que Clau.— Leo fue parte del equipo por cierto, pero no nos sirvió de nada más que para ocupar tu lugar, no sabía nada; sólo estuvo mirando a Rebeca toda la clase.
Maya se veía incrédula.
—¿Pero que no Leo había dicho que Rebeca no le interesaba?Ali asintió.
—Supongo que mintió, porque de hecho Pablo lo regañó.— Le informó a la morena y después se giró en mi dirección.— Olvídate de la lista, Rebeca. Definitivamente le interesas a Leo.
Estaba confusa. Más temprano ese mismo día me estaban presionando para seguir la lista, ¿y ahora debía olvidarme de ella? No sabía que hacer ni que me convenía más; de lo que sí estaba segura era que Alison se equivocaba, a Leo yo no le interesaba.
—Aunque estoy de acuerdo con que Rebeca debería olvidar la lista, no estoy de acuerdo con que deba volver a ilusionarse con él.— Opinó Claudia.— Creo que sí deberías olvidarte de él.
Considerando que a Clau no le agradaba Leo, sabía que eso sería lo que ella pensaría.
—No estoy segura de querer olvidar a Leo.— Admití.
La castaña puso los ojos en blanco.
—¿Entonces que harás? ¿Seguir obsesionada con él hasta que vuelva a hacer algo que te haga sentir mal? No puedes permitir que diga que no significas nada para él, y hacer como que nada pasó días después porque te trató bien.
Claudia tenía razón; no podía hacer eso. Pero de todas formas mis amigas se equivocaban, el que Leo sea amable conmigo no significa nada; ni siquiera porque él no es una persona amigable.
—Ustedes están exagerando, no le gusto a Leo. Creo que seguiré la lista.
Antes de que mis amigas pudieran decir algo más, Sebastian, Alex y Leo entraron a la habitación, causando un silencio incómodo.
—¿Por qué están tan calladas? ¿Estaban hablando de mí?— Bromeó Sebastian causando que mis amigas rieran y yo pusiera los ojos en blanco.
No es que Sebastian me desagradara (es mi hermano, así que no es como si fuera correcto el que lo admitiera) simplemente no es mi tipo de persona y su sola presencia logra ponerme de mal humor.
Leo se sentó en la silla que estaba a mi lado y yo en seguida me levanté. La mirada de todos los presentes se posó en mí y yo sonreí evitando el contacto visual con Leo.
—Ya terminé de comer.— Me justifiqué y en seguida salí de la habitación seguida de mis amigas.
—-
Sí, ya había publicado este capítulo hace como una hora pero se eliminó solo por alguna razón y tuve que volver a publicarlo :).
Díganme que opinan del capítulo. Perdón si he tardado en actualizar, he estado algo ocupada.Síganme en alguna de mis redes sociales o lloro:
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Bajo el cielo estrellado
Teen Fiction[Terminada] (sin editar) Rebeca cree estar enamorada de Leo; Justo como creyó estar enamorada hace dos años, pero esta vez es diferente, o al menos eso cree. Lo único que sabe es que tiene la mala costumbre de enamorarse de los amigos de sus hermano...