Me gusta creer que mis sentimientos por Leo están en el pasado; ha sido fácil auto convencerme considerando que él ha hecho todo lo posible por evadirme, pero aún hay momentos en los que me encuentro mirándolo involuntariamente, incluso hay veces que, a la mitad de una clase en la que me encuentro aburrida, mi mente comienza a divagar a las pasadas interacciones que he tenido con Leo; y no puedo evitar confundirme sobre el hecho que él aparentaba tener interés hacia mí, pero supongo que yo malinterpreté todo.
—Entonces ¿no vas a aceptar otra cita más con Manuel?— preguntó Maya y yo puse los ojos en blanco como respuesta, causando de Ali riera.
—Maya, Rebeca se queja a diario de él; ¿en serio crees que aceptará que vuelvan a salir?— respondió Alison con diversión.
—Bueno, él es un buen chico; es perfecto para Rebeca.
Sin poder evitarlo una risa amarga escapó de mí.
—¿Buen chico? En las cuatro citas que hemos tenido no ha hecho más que burlarse de mi falta de inteligencia.
La morena y la rubia se miraron extrañadas entre sí y después su vista regresó a mí.
—¿cuatro citas? Rebeca, definitivamente has salido más de cuatro veces con Manuel; quiero decir, has salido todos los sábados desde los últimos dos meses.— dijo Ali.
Ahora entendía porqué él había intentado besarme el sábado pasado.
—Bueno, entonces dile que no tengo interés en volver a salir con un narcisista con complejo de superioridad como él.
—Entonces le diré que no estás interesada en algo serio.— replicó Maya y yo volví a poner los ojos en blanco.
—¿Por qué no simplemente le puedes decir que es un narcisista con complejo de superioridad? Es lo que pienso sobre él.
—Porque yo no quiero terminar mi amistad con Manuel; y siendo sincera, Rebeca, no entiendo porqué si te caía tan mal aceptaste tantas citas con él.
—Sí, yo tampoco lo entiendo, ¿cómo pudiste soportarlo?— habló Claudia por primera vez, había olvidado que estaba en mi habitación a causa de que estaba tan ensimismada en el contenido de su celular desde que llegó.
—Yo sé la razón.— Explicó Alison por mi.— Rebeca no se puede sacar a Leo de la mente desde la vez que le confesó sus sentimientos por estar drogado.
No había vuelto a hablar con Leo después de que confesara sus sentimientos por mí el trece de septiembre; posterior a eso él sólo actuó como si nada hubiera pasado. Las cosas cambiaron bastante entre nosotros, ya ni siquiera me trataba como si le desagradara, no ponía los ojos en blanco cuando yo hablaba, no me miraba mal ni me daba sonrisas burlonas; ahora sólo éramos conocidos, me hablaba sólo si era necesario o si yo lo buscaba para tener una conversación. No podía seguir mintiéndome a mi misma, por supuesto que me lastimó al principio; pero rápidamente decidí avanzar y ya lo tenía casi olvidado, al menos ya no me quedaba despierta hasta tarde pensando que pudo haber pasado si él no hubiese cambiado.
—No es así, yo ya lo superé.
Mis tres amigas se miraron divertidas entre sí y yo las miré mal cruzada de brazos.
—No le veo la gracia.
—Rebeca, es fácil decir que no sientes nada cuando llevas tanto tiempo sin estar cerca de él; eso no significa que no lo quieras, de la única forma en la que sabrás que ya lo superaste es cuando lo mires y puedas tener una conversación con él sin sentir algo.— Explicó Clau.
—No me importa lo que digan, Leo ya no significa nada para mí.
Si tan sólo eso fuera verdad.
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Bajo el cielo estrellado
Teen Fiction[Terminada] (sin editar) Rebeca cree estar enamorada de Leo; Justo como creyó estar enamorada hace dos años, pero esta vez es diferente, o al menos eso cree. Lo único que sabe es que tiene la mala costumbre de enamorarse de los amigos de sus hermano...