Bajo el cielo estrellado

Capítulo 4- Pablo explotó

—¿Entonces sí tenemos donde hacerla?— Chilló Alison, causando que el profesor Pablo nos mirara harto de nosotras por interrumpir su clase.

Alcancé a ver a Leo rodar los ojos; a la izquierda de la rubia. Claudia miró al profesor con una disculpa iluminada en su rostro.

—Sí, mi mamá accedió.— Susurré sonriéndole a Ali, quien no había apartado su vista de mí por unos segundos para que le respondiera.

La rubia volvió a chillar provocando que el profesor gritara:
—Suficiente, salga de mi clase, Alison.— Las tres nos quedamos pasmadas al escucharlo gritar; él nunca lo había hecho antes. Las mejillas de Ali estaban furiosamente sonrojadas y ella se paró de su asiento avergonzada.

Con mi vista capté a Leo reír y un rato después nuestras miradas se encontraron; él dejó de sonreír y me miró (con algo de molestia reflejada en su rostro) por breves segundos, los cuales sentí en cámara lenta; me sostuvo la mirada, esperando a que yo apartara la vista, pero por primera vez aguanté y no lo hice. Él puso los ojos en blanco para después mirar al frente, rompiendo nuestra conexión de miradas. Quizás debía controlarme más y dejar de verlo tanto, pero a veces ni siquiera me daba cuenta cuando lo estaba haciendo.

☆☆☆

—Fue tan humillante; no sé cómo voy a poder verlo cuando vaya a tu casa o a clases.— Se lamentó Ali mientras colocaba la cabeza entre sus brazos.

—No es para tanto Ali; te aseguro que Alex ni siquiera va a recordar que fuiste tú a quien Pablo le gritó.— intentó consolarla la castaña.

—¿Sabes si me vio?— Me preguntó esperanzada.

—No lo estaba viendo a él.

—Seguro estabas viendo a Leo y por eso no te diste cuenta si tu hermano vio cuando el profesor me humilló.

Vaya, que dramática. Estoy segura de que Alex ni siquiera estaba despierto en literatura; pero de todas formas si él estaba consciente obviamente se dio cuenta de lo que pasó, quiero decir, toda la clase se dio cuenta.

—Yo sí creo que Alex se acuerde que fuiste tú a la que Pablo le gritó; te conoce desde preescolar, seguro recordará que te gritaron.—Opiné.

La rubia soltó un gemido lastimero y Claudia me miró mal.

—Mejor no digo nada.

—Sí, mejor.— Me respondió la castaña.

☆☆☆

Para consolar a Alison Claudia propuso empezar a organizar la fiesta; lo cual funcionó, por lo que fuimos a biblioteca a ocupar una de las computadoras para elegir a quiénes invitar.

—No la invites a ella, se rió cuando Pablo me gritó.

De acuerdo, tenía una amiga muy rencorosa.

—¿Entonces esperas que no invite a alrededor de diecinueve personas?— cuestioné.— Además, aunque no los invitemos van a ir.

—¿Tantos personas se burlaron?— Le preguntó a Claudia mirándola directamente.

Tal vez no se estaba ahogando en un vaso con agua; si me hubiera pasado a mí, quizás sí me hubiera sentido así, sobre todo porque Leo se rió; aunque ahora que lo meditaba, él nunca se burló cuando me han sacado de clases veces anteriores; quizás lo que lo diferenciaba era que a Alison le había gritado un profesor bastante tranquilo.