Bajo el cielo estrellado

Capítulo 15- La lista de Ali

Pensar en los acontecimientos de las últimas semanas se sentía raro; no podía dejar de cavilar el cambio tan repentino que hubo en la actitud de Leo. Primero él era hostil conmigo, justo como siempre acostumbró; y de pronto era amable, sin siquiera avisarlo él de un momento a otro empezó a ser amigable conmigo. Pero todo se sentía diferente ahora que sabía que Leo seguía siendo Leo. Antes yo creía  que era alguien agradable, sólo hacía falta conocerlo mejor y ganar su confianza; no estaba equivocada, pero él seguía siendo alguien egoísta. Claudia tenía razón, a Leo no le importaba nadie más que él mismo.

Sin embargo sabía que no debía de sentirme herida, pero no podía evitar el que me doliera el saber que todo lo que dijo esa noche no fue real; el que me consoló solamente porque necesitaba quedarse ahí. Sobre todo con quien me sentía molesta era con mi hermana; ella podía tener a cualquier chico que quisiera pero por alguna razón siempre parecía provocar que los chicos en los que yo estaba interesada se fijaran en ella.

Solté un suspiro causando que mis amigas me miraran.

—¿Sigues pensando en Leo? — Preguntó Ali.

No dije nada y eso pareció ser suficiente para que ellas lo interpretaran como una respuesta afirmativa.

Claudia gruñó harta.
—Rebeca, ya sabias que él era así; no te deprimas, no vale la pena.

Volví a suspirar.
—¿Entonces qué se supone que debo hacer? No puedo evitar el sentirme decepcionada.

—¿Decepcionada? ¿Por qué? — Cuestionó Clau.— Como dije, ya sabías como era; ¿creías que él sentía algo por tí?

Sonaba ridículo. Por supuesto que Leo jamás se fijaría en mí, era inimaginable el considerarlo cuando existían mis hermanas. Era obvio que él preferiría a Emma, ella no era una chica inexperta y medianamente linda, sus ojos no eran demasiado grandes para su rostro y sus labios no eran tan finos que parecían inexistentes; en cambio era todo lo contrario a mí, sus ojos y labios eran del tamaño perfecto, y había salido con suficientes chicos como para no cohibirse ante la presencia de ellos; ella hablaba sin tartamudear y las palmas de sus manos no sudaban, sabía irradiar belleza y confianza.

—Claudia, no seas tan dura con ella.— Pidió Maya.

La castaña me miró algo arrepentida.
—Tienes razón, lo siento. Es sólo que me molesta verla mal por un idiota como Leo.

Negué.
—No, tú tienes razón. Yo soy la tonta aquí, voy a superar a Leo.

Las tres presentes me miraron sorprendidas.
—Yo sé como lo harás.— Respondió Ali y yo le lancé una mirada curiosa.— Seguirás mi lista.

Claudia parecía creer que era una mala idea; yo estaba sorprendida y Maya no parecía entender.

—Ali, ¿crees que sea buena idea? — cuestionó Clau colocando una mano en el brazo de la rubia; ella en cambio la miró curiosa por la cercanía de ambas, después dio un paso atrás manteniendo la distancia.

—Por supuesto que es buena idea, a mi siempre me funcionó.

La castaña exhaló exasperada.
—Pero eso solo fue un tonto juego, el que haya funcionado es una casualidad.

—Funcionó cuatro veces.— Afirmó Alison y antes de que Claudia pudiera responder Maya se adelantó.

—¿Qué lista?— preguntó.

—Cuando estábamos en segundo semestre Alison solía fijarse en chicos que jamás se fijaron en ella.— empecé a explicar.— Entonces Claudia le escribió una lista de como superarlos.

—Lista que sirve muy bien.

Clau rodó los ojos ante el comentario de Ali.
—La lista no sirve, sólo fue un juego y si te funcionó es porque creíste que de verdad te iba a funcionar, no porque sea algo especial.

—Pero me sirvió muy bien, y tiene muy buenos consejos.

La lista de Ali era un papel arrugado y con pegatinas lleno de pasos tontos de cosas por hacer para superar a un chico. Hacía dos semestres mi amiga solía encapricharse con chicos de último año que jamás se fijaron en ella; aunque claro, eso fue cuando el cuerpo de  Alison no estaba nada desarrollado y era una virgen con nada de experiencia con el género masculino. Por alguna razón a Clau le molestaba mucho el ver que nuestra amiga no podía vencer su encaprichamiento por chicos que no la querían,  que harta le escribió la lista asegurándole que le funcionaría; al principio todo fue un juego para la rubia, al igual que para nosotras, pero luego ella empezó a superar a cualquier chico que le gustaba y ganó  mucha confianza en sí misma; ahí fue cuando Alison comenzó a creer que la lista era mágica y nunca tiró el papel (aunque ahora ya no lo necesita para nada).

Suponía que no me haría ningún daño el intentar usar la lista, además de que nunca supe lo que había en ella ya que siempre fue algo entre Claudia y Alison; y a decir verdad sí me sentía curiosa por saber el contenido de esta.

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Hola, perdón por tardar tanto en actualizar, quise tomar un breve descanso ya que mi salud mental en estos momentos no es la mejor.
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