Tomé asiento en los asientos de la heladería mientras esperaba a que mis amigas regresaran de ordenar lo que pedirían, les pedí que eligieran por mí ya que no tenía ganas de estar parada, menos de hacer fila y me encantaba tanto el helado que estaba segura de que me disfrutaría cualquier sabor que me dieran.
La rubia y la castaña se acercaron a la mesa que yo había elegido, sosteniendo una charola que contenía nuestros postres.
—¿Qué eligieron para mí?—pregunté evaluando lo que compraron con la mirada.
—No lo sé, Claudia fue la que los compró.— respondió Alison.
La miré confundida.
—Creí que harías fila con ella.—Yo también pensé lo mismo, pero se fue al baño porque no quería esperar tanto.— contestó Claudia mirándola mal.
Ali se encogió de hombros.
—¿Cuál es el mío?La castaña suspiró, tomó el de sabor menta y comenzó a comerlo.
—El tuyo es el de vainilla, el de Rebeca es de fresa.
Tomé feliz mi helado y comencé a comerlo, tenía demasiada hambre, no había comido nada desde el desayuno.
—¿Por qué me compraste a mí de vainilla?.— se quejó la rubia.—¿No podías elegir algo mejor?
Claudia la miró con el ceño fruncido.
Claudia me miró con el ceño fruncido.
—Creí que te gustaba el helado de vainilla.—Sí me gusta, pero el de Rebeca tiene mermelada de fresa y se ve mejor.
La castaña puso los ojos en blanco.
—Lo pedí así porque sé que es como le gusta a Rebeca, nunca había comido helado contigo así que no sabía cómo te gustaba. Si querías que pidiera bien tu helado debiste haber hecho fila conmigo.
De cierta forma Claudia tenía razón, no había forma de que ella supiera que sabor le gustaba a Alison, pero algo me decía que lo hizo a propósito para vengarse de Ali.
—Da igual, ¿iremos a tu casa hoy?—preguntó la rubia dirigiéndose a mí .
—Pues hoy es miércoles.— contesté.
Mis amigas se miraron entre sí.
—Ehh...mejor lo dejamos para otro día.— dijo Claudia, yo me encogí de hombros.
Los miércoles y jueves eran los días en los que toda mi familia se encontraba presente en mi casa; ya que los horarios de todos se sincronizaban, el llevar a mis amigas a casa esos días no eran buena idea ya que no había nada de privacidad.
—No me gustó el helado de menta.— declaró Clau, haciendo a un lado el recipiente.
—¿Lo habías probado antes?— pregunté.
Ella negó con la cabeza.
—Ali, ¿lo quieres?— se lo ofreció a mi otra amiga.—Eh...no gracias, no quiero tus sobras.— aseguró la rubia con una sonrisa sarcástica, vaya creo que seguía enojada.
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Bajo el cielo estrellado
Teen Fiction[Terminada] (sin editar) Rebeca cree estar enamorada de Leo; Justo como creyó estar enamorada hace dos años, pero esta vez es diferente, o al menos eso cree. Lo único que sabe es que tiene la mala costumbre de enamorarse de los amigos de sus hermano...