Con el Correr del Tiempo || ArgChi || [Múltiples Universos]

Alma (1/1)

Notas: Chiquilles, comienzo avisando que esta es una historia que nunca terminé. La dejé en la mejor parte jaja y nunca más seguí escribiéndola. Estaba pensada como un spin off de otra historia que tampoco escribí (tengo demasiada imaginación y muy poca habilidad a veces para plasmarla en el Word jajaja). Les cuento de qué se trataba más abajo jeje Como viene siendo la tónica, también incluye a otros personajes. En este además de a Manu y Martín también vemos a mi querido Marcos, propiedad de la ZomBelGress yyyy, además, ocupé a otro personaje de ella jaja ¡Ián! Que, si alguno de ustedes los ha leído, hizo su participación estelar en mi historia "Si nos quedamos callados" y en otros one shots que están más atrás en este mismo libro. Incluye también algunos personajes extra míos y a mi dulce Gaspar (protagonista también de "Si nos quedamos callados"), así que es en ese sentido es como ArgChi con otros personajes jaja 

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 01.

Alma no puede recordar cuándo fue la última vez que vio a Gaspar a la cara. Ha pasado mucho tiempo y los años parecen aún más largos de lo que podrían haberse sentido. Algunas veces, podía hablar con él por videollamada. Aunque se tardaba un montón de minutos en conectar y la señal nunca era buena, en los años de adolescencia Alma podía espera el tiempo que tuviera que tomar. Siempre parecía que Gaspar no. Alma no solía darse cuenta, pero ahora, a sus veinte, ella ya puede comprender porqué Gaspar siempre tenía que desconectarse pronto, porqué su voz sonaba rara cuando hablaba con ella, porqué nunca le dijo "chao, te quiero", como hacen los papás normales.

Y su rostro es la primera prueba contundente. Cuando Alma se para ahí, frente a la puerta abierta, Gaspar no le sonríe. Alma tiene que sonreír primero y, ni aun así, la mueca de Gaspar logra ser convincente. A ella no quiere verla. No hay manera de hacer esto bien y Alma está segura, pero hay tantas cosas que ella necesita, que ella quiere. La casa de Gaspar, de Franco y de Blanca es igual al resto de las casas que están alrededor y Alma no sabe si podría aprender a diferenciarla. Se le pasan tantas cosas por la cabeza, es un revoltijo misterioso. Pero cualquier pensamiento poco coherente es un mejor refugio que la mirada verde de Gaspar.

— Hola —saludar es una buena manera de empezar, aunque Alma sabe que ninguna palabra es buena para empezar con Gaspar. Como de costumbre, no le responde el saludo, así que ella tiene que cambiar el plan rápido y usar una mejor estrategia— El Mamu te dijo que iba a venir.

— Sí, pero no me dijo que iba a ser tan luego.

Alma acomoda los hombros. Cuelga solamente una mochila azul muy gastada y vieja.

— Terminé antes la U. Como salí del colegio antes, terminé recién mi carrera. Me fue bien.

No hay una felicitación, ni una sonrisa, ni un destello en sus ojos, no hay nada y Alma piensa por vez mil lo mal que ha hecho viniendo aquí, a Buenos Aires, otra vez.

— Bueno, pasa. De todas formas, hay una pieza desocupada así que te podí' quedar ahí. Tiene una cama y un closet, no hay problema.

— Gracias.

Gaspar le da el espacio para avanzar, pero su mueca no es una bienvenida y Alma lo sabe. Es una fría resignación por algo que no puede evitar. Alma quiere agachar la cabeza cuando cruza entre el marco de la puerta y Gaspar y se pone a pensar en todas las veces que el Mamu y el Tata lo recibieron con besos incluso si se había ido de casa por unas horas. Eso es lo que la familia hace, Alma cree cuando entra a la casa de Gaspar y todo ahí, en el olor, en las cosas, en el aire, grita familia y ella no es parte de nada de eso.

02.

Franco es simpático. Siempre lo ha sido. Es bonachón, es chistoso también, es con ella todo lo que Gaspar no es. La hace sentir que en esa casa ella es bien recibida, le ofrece algo para tomar, le dice que hizo alfajores ayer y le da algunos y Alma se siente obligado a comerse un pedazo solo para decirle lo bueno que está, pero en realidad nunca es obligación porque a Alma le gusta ver a Franco feliz solo porque ella también lo es. De todas las personas que no comparten sangre con ella, Alma tiene una escala de prioridades y Franco definitivamente tiene un alto escalón. A veces, en todo caso, Alma cree que Franco no es solo bondad y cariño y que las cosas que le hace, las hace para aminorar el daño que forma el silencio de Gaspar.