Desde las alturas Daenerys pudo ver Harrenhal, sin duda era una fortaleza digna de temer pero no para un dragón, cuando empezó a descender lo que más le llamo no fue la fortaleza, sino el terrible aspecto del campamento que había al oeste de esta. Cuando finalmente llegó a tierra las pudo ver que los estandartes que ondeaban eran los de los Tully y que las cosas eran peor de lo que parecían en los cielos, gran parte de las defensas estaban destruidas. Pudo ver grandes fosas cavadas donde lanzaban a los muertos y luego los quemaban, no parecía un campamento militar, era una mezcla entre un cementerio y una pocilga. Un gran número de soldados se acercaron a Daenerys y Drogon, Daenerys pudo ver que el ánimo de las tropas estaba casi extinto, se reflejaba en sus ojos.
- Majestad- dijo un soldado y todos se arrodillaron frente a ella.
- Donde está el rey?- preguntó Daenerys y con un gesto permitió que se levantasen de nuevo.
- En el campamento principal frente a las puertas de Harrenhal- dijo uno soldado.
- Gracias soldado- dijo Daenerys.
Al llegar al campamento principal pudo ver que su estado estaba mejor. Mientras marchaba por el campamento los hombres salían de sus tiendas concentrándose para verla. Cuando llegó a la tienda de mando los guardias que la custodiaban apartaron sus lanzas al instante y le permitieron el paso.
Cuando Daenerys entró en la tienda de mando vio a su esposo hablando con otro hombre, parecía un lord aunque no lo reconocía. Tenía el pelo rubio arenoso, ojos azules pálidos, una nariz aguileña. De buenas proporciones y atractivo, rígido como una lanza, endurecido y con músculos. Nada más verla ambos hombres se despidieron con un apretón de manos. Cuando paso a su lado e hizo una reverencia antes de marcharse fue entonces cuando se dio fijó en su heráldica. Llevaba la luna y el halcón de la Casa Arryn, azul cielo y crema. Una vez solos se unieron en un fuerte abrazo.
- Que haces aquí? Deberías seguir reposando en Roca Casterly?- dijo Jon apartándola con suavidad de él.
- Como sabes que estaba allí?- le preguntó Daenerys.
- Tyrion me envió un mensaje informándome de tu estado- dijo Jon ofreciéndole un asiento.
- No podía permanecer más tiempo al margen sabiendo que estabas aquí luchando- dijo Daenerys levantándose, la armadura aún le pesaba.- Ahora, cuéntame que ha pasado.
Jon cogió un mapa de uno de los estantes, lo llevó a la mesa, lo extendió y depositó las figuras talladas de maderas sobre él.
- Cuando supimos que los Hijos del Hierro tomaron el castillo de Harrenhal y atacaban a los campesinos marchamos a su encuentro. Rodeamos la fortaleza, Roslin Tully nos brindó una vez más su ayuda ofreciendo sus tropas y al igual que Robert Arryn.- dijo Jon señalando el mapa.
- El hombre con el que hablabas, llevaba el blasón de los Arryn pero no era Robert.- dijo Daenerys.
- No, el hombre con el que más visto hablar es Harrold Hardyng, o mejor dicho Harrold Arryn señor del valle.- dijo Jon.
- Robert Arryn ha muerto?- dijo Daenerys sorprendida a lo que Jon asintió en silencio.
- Harrenhal es inexpugnable. El ariete no rompe las puertas, los trabuquetes no hacen mella en las murallas y han detenido todos nuestros ataques con las torres de asedio. Cuatro veces hemos atacado y cuatro veces hemos sido derrotados. Para colmo, Yara ha aprovechado el mal estado de nuestras fuerzas y el ánimo reforzado de la suyas para hacer ataques furtivos por la noche. Siempre los hemos detenido pero no podemos llamarlo victoria, el campamento de los Tully está destrozado. El campamento de los Arryn solo se ha salvado gracias a que Harrold tomo el mando. Yara Greyjoy está jugando con nosotros.
- Eso pronto cambiara- dijo Daenerys.- El ejército real aún se mantiene fuerte, cuántos hombres hay en el campamento?- preguntó Daenerys.
- 24.000 hombres- le respondió Jon.
- Suficientes, 12.000 soldados Lannister llegarán esta tarde, se quedarán junto a los Tully para fortalecer su posición. Los caballeros del Valle pueden mantenerse solos?- preguntó Daenerys.
- Si, Harrold Arryn es un buen líder, sus hombres lo adoran y es mucho más fuerte que Robert.- dijo Jon.
- Confías en él para el mando?- le preguntó Daenerys
- Ha demostrado su valía, es un líder capaz.- dijo Jon.
- Entonces esta todo dispuesto. De cuantas fuerzas dispone Yara?- dijo Daenerys.
- Calculamos que unos 20.000 pero el problema no es su ejército, sino la fortaleza.- dijo Jon.
- No te preocupes, déjalo en mis manos- dijo Daenerys mientras se ponía a su lado, con su mano derecha cogió su mano, con la izquierda acaricio u rostro cansado y le dio un suave y tierno beso.
Varias horas después Daenerys se presentó frente las puertas de Harrenhal con bandera blanca, diez pasos tras ella había cincuenta de sus hombres. Al cabo de un tiempo las puertas de Harrenhal se abrieron, ambas reinas se miraron un instante a los ojos antes de iniciar la marcha y ponerse una al frente de la otra
- Reina Daenerys- dijo Yara.
- Yara Greyjoy- dijo Daenerys
- Jamás pensé que no veríamos en estas circunstancias.- dijo Daenerys
- Yo tampoco la verdad, pero como Reina de las Islas del Hierro mi lealtad es para con mi pueblo, mis costumbres.- dijo Yara.
- Eso que quiere decir.- preguntó Daenerys
- Quiere decir que si hubiésemos seguido tus órdenes y tus leyes hubiésemos dejado de ser lo que siempre hemos sido, los Hijos del Hierro.- dijo Yara.
- Me juraste lealtad, donde está tu lealtad ahora- dijo Daenerys.
- Tuve que elegir, servir a la reina o servir a mi familia. Siempre elegiré a mi familia.- dijo Yara.
- Como yo- dijo Daenerys
- Dejémonos de sentimentalismos, que quieres?- le preguntó Yara.
- Vengo a hacerte una oferta.- le dijo Daenerys.
- Vas a rendirte y marcharte a Desembarco? Si no esa oferta, no me interesa.- dijo Yara.
- Solo escucha, sé que los Greyjoy atacasteis Desembarco del Rey. Dime dónde está mi hija y a cambio permitiré que tú y tus hombres volváis a las Islas del Hierro impunemente.- dijo Daenerys
- Es una buena oferta, y si la rechazó?- le preguntó Yara
- Te destruiré, no dejaré piedra sobre piedra, terminaré la obra de mi antepasado.- dijo Daenerys.
- No creo que lo hagas mientras tenga tu hija- dijo Yara haciendo que Daenerys se sorprendiera- así es, la tengo yo. No arriesgarás su vida con fuego de dragón y tus ejércitos no pueden superar estos muros, seguro que tu esposo te ha informado de sus derrotas. Estas es mi oferta, marchaos y tu hija seguirá respirando. Voy a reconstruir el reino de mis antepasados, empezando aquí, en la fortaleza que tu antepasado el Conquistador destruyó.
- Daenerys respiró hondo- tienes hasta el ocaso.- dijo con calma y frialdad.
- Hasta el ocaso?- preguntó Yara.
- Para devolverme a mi hija.- la voz de Daenerys era amenazadora.
- No te atreverás atacar, no quiero hacer daño a la pequeña princesa, pero si veo que tus ejércitos avanzan o escuchó a tu dragón acercarse la lanzaré desde la torre más alta.- dijo Yara desafiante.
- Si no tengo a mi hija cuando el sol se ponga, vuestro linaje acabará.- dijo Daenerys mirando a Yara fríamente a los ojos.
- Lo que está muerto no puede morir.- dijo Yara manteniendo la mirada.
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Cielo y Mar- Libro 2
FanfictionCon la derrota del rey Bran el dragón volvía a reinar en Poniente. Cielo y tierra le pertenecían. Pero el mar, eso era una cosa distinta. Una amenaza regresa después de muchos años fuera antes de que nuestros protagonistas puedan sentarse y sanar su...