AMOR E INTERROGANTES [DISPONIBLE EN AMAZON]

CAPÍTULO 13

VALERIA

Martes 6 de julio

Después de la noche anterior, a Valeria le apetece bastante ir a la piscina. Tras el espectáculo, la cena y mirar las estrellas en la cubierta más alta a la cual tienen acceso, la hermana mediana se quedó exhausta cuando llegó a su cama la noche anterior. Había sido un día bastante más movido de lo habitual. Aunque eso no era muy complicado, ya que superar los días de escribir, leer, comer y dormir, no es muy difícil. Y más cuando lo haces todos los días de verano, llega un momento que cansa.

Se despierta con una motivación y con increíbles ganas de comerse el mundo. Parece que esté sacada de una publicidad de Mr. Wonderful. Las palabras de ayer de Marta le hicieron pensar. Aunque sea muy introvertida y poco sociable, puede aprovechar igualmente esta oportunidad. Hay un montón de jóvenes de su edad, ¿por qué no intentar hacer amigos nuevos? Y si no lo consigue, ya lo intentará en su ciudad o incluso a unas malas se espera hasta ir a Madrid, ahí seguro que conoce a alguien nuevo.

Y es que ayer le llegó un mensaje del banco conforme su padre le daba 15.000€ para invertirlo en la universidad de Madrid. Valeria no se lo tomó muy bien al principio, ya que sabe porque hace eso su padre. Y es que siempre a intentado comprar a sus hijas con dinero. Cuando ellas eran pequeñas y se cabreaban con él, su padre les regalaba algún muñeco y eso hacía que estas le perdonasen.
Durante las últimas horas ha pensado bastante en irse a Madrid con el dinero de su padre. No obstante, a ella le sigue sin hacer mucha gracia tener que utilizar la transferencia de su padre para poder conseguir un sueño. Aunque tiene muy claro que si al final lo utiliza, se lo devolverá en cuanto recaude el dinero. No quiere nada de ese hombre, él no es su padre, el padre que conoció no era un inmaduro y él quería a sus hijas. E intentar comprar con dinero a tu hija le parece imperdonable a Valeria. Aunque quiera o no, desaprovechar ir a la universidad que siempre ha tenido en mente teniendo la oportunidad, no le gusta mucho a la joven.

Con su motivación de ir a hacer amigos, se levanta de la cama y se dirige hacia el armario. Está sola en su habitación, ya que Marta se ha ido esta mañana temprano y Valeria no tiene ni idea de dónde está. Es un día de navegación, así que no puede ir muy lejos.

Revuelve el armario y coge un bañador negro, ya que su bikini se está secando aún. También elige un vestido de playa blanco con margaritas. Entra en el baño, se asea y se pone el bañador y el vestido. Cuando se pone todo y está casi lista para irse, se mira al espejo. Observa su reluciente sonrisa, algo le dice que hoy va a ser un buen día.

Sale del lavabo, se pone las chanclas y coge su mochila de la piscina. En esta lleva su crema solar, sus cascos, su móvil y su libro actual. El hecho de querer socializar no quita el poder leer.

Coge todo lo que necesita y sale de su camarote. Su plan es recoger a su hermana pequeña, ir a la piscina y a partir de ahí ya irá improvisando.

Se dirige hasta el camarote posterior al suyo y toca a la puerta. Segundos después, la puerta se abre y se ve a Susana asomando la cabeza por ella.

—Buenos días, princesa.

—Buenos días, mamá.

La madre abre del todo la puerta para que su hija pueda pasar. En cuanto entra, Valeria se encuentra de bruces con Marta, cosa que le sorprende.

—Anda, si estás aquí —dice la hermana mediana sorprendida.

—Sí. Fui a dar una vuelta y pasé por aquí a recoger a Alba para ir a la piscina. ¿Te apuntas? —responde la mayor con un tono alegre.

—Claro, es más, yo también venía a por Alba.

—¡Ya estoy! —Grita la pequeña saliendo del cuarto de baño. Va con su bañador lila, pero por encima lleva una camiseta de manga corta y un pantalón blanco corto. Su habitual sonrisa de oreja a oreja habita en ese instante en su cara, pero esta aumenta más cuando ve quienes hay en su habitación—. ¡¿Vamos las tres?!