CAPÍTULO 39

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VALERIA

Cuando llegan a una zona sin gente, los tres mantienen silencio. Ninguno sabe como empezar, aunque Marcos y Valeria no tienen muchas ganas de charlar con Sandra.

La pelirroja da un paso al frente y pone cara de arrepentida, mientras los otros dos amigos se quedan en frente de ella esperando que comience.

—Lo siento muchísimo, ha sido un malentendido.

—¿Un malentendido? —repite Marcos, confuso—. ¿Por qué lo hiciste?

—Marcos no tenia intenciones. —habla Valeria.

—Tampoco estuviste allí para verlo —espeta la pelirroja.

—Si te quieres disculpar no te recomiendo hablarnos así —responde Marcos queriendo acabar ya con esa conversación.

—Ya, pero poneros en mi lugar. —Responde Sandra cruzándose de brazos.

—¿Nosotros en tu lugar?

—Si, Marcos, vosotros.

—¿Y en qué lugar nos tenemos que poner? ¿En el papel de víctima?

—Marcos... —le llama la atención Valeria, quien no quiere que haya más jaleo.

—¿Qué? ¿Ahora quieres que le perdonemos mientras sólo nos ha dicho perdón? —le responde su amigo de malas maneras.

—¿Y qué quieres? ¿Que me arrodille? No te entiendo, Marcos. ¡No sé lo que quieres que haga! —exclama Sandra exasperada para que todo vuelva a ser como antes.

—¡Qué te pongas en mi lugar! ¡Que lo sientas, pero de verdad! ¡Porque no sabes lo que es solamente tener dos amigas y haber estado a punto de perder a ambas por una estupidez!

Valeria y Sandra se quedan calladas. La pelirroja no sabía que le había afectado tanto a Marcos.

—¿Ahora no decís nada?

—Marcos... —responde Sandra con tono tranquilizador—. Créeme. Lo siento mucho, no sé qué me pasó.

—Yo le perdono —espeta de repente Valeria—. Todo el mundo merece una oportunidad más.

Marcos alza una ceja y se gira hacia la joven.

—¿O sea que Laura también merece otra oportunidad?

Valeria se queda sin palabras. No esperaba que su amigo sacase ahora el tema de su ex amiga. Es un tema reciente del cual no le gusta hablar cada dos por tres con la gente.

—No. Ella es una mala persona. Solamente las buenas personas merecen esa oportunidad de más—responde dolida pero con tono firme.

Se crea un silencio incómodo en el ambiente. Sandra cierra los ojos y exhala para relajarse, y vuelve a disculparse.

—Perdón. Sinceramente no sé por qué lo hice. —Vuelve a repetir.

—¿Eres consciente de que casi rompes mi amistad con Valeria? —le pregunta el joven.

Sandra agacha la cabeza y asiente, arrepentida.

AMOR E INTERROGANTES [DISPONIBLE EN AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora