𝖓𝖔𝖙𝖎𝖈𝖎𝖆𝖘

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El despampanante volvo del cobrizo corría como bala sobre el asfalto, toda la maleza parecía solamente un destello debido a la velocidad desenfrenada, pero aun con todo ello, ninguno de los dos pasajeros parecía inmutarse por eso

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El despampanante volvo del cobrizo corría como bala sobre el asfalto, toda la maleza parecía solamente un destello debido a la velocidad desenfrenada, pero aun con todo ello, ninguno de los dos pasajeros parecía inmutarse por eso. Zeze miraba de manera atontada a través de su ventana, sus ojos pestañeaban con pesadez y su respiración era demasiado lenta, tanta que incluso Edward la miraba de reojo para cerciorarse de que su estado de salud se encontrara estable. Sin previo aviso, la humana pulso el botón para hacer descender el cristal de su ventana, cautivando la atención de Edward de inmediato.

—Está haciendo demasiado frio, no deberías abrir la ventana —aconsejo en un susurro.

Zendaya lo ignoro por completo mientras una sonrisa enorme se desbordaba de sus labios al sentir la brisa helada azotar su rostro, estaba extasiada. Respiraba tan profundamente como le fuera posible, embriagándose del maravilloso olor de tierra mojada que se colaba por la ventana, su cabello revoloteaba por todos lados de forma desordenada y sus ojos estaban cerrados pues no podía mantenerlos abiertos debido a la fuerza con la que el viento le azotaba. Edward la observaba, preocupado. Pulso uno de los botones de su lujoso auto y encendió la calefacción a tope, con sigilo, llevo su mano hasta la mano libre de Zendaya que reposaba sobre su vientre.

—¿Estas bien? —la miro atento, con una mueca incrustada en sus pétreos pero perfectos labios.

Zendaya pareció salir abruptamente del transe en el que probablemente se encontraba y volteo para mirarlo, aturdida.

—Sí... —susurro apenas, entrelazando sus dedos con los de él, apretó sus manos cuidadosamente sobre su vientre y una sonrisa tonta se dibujo en sus labios. —Será una niña... —soltó de sopetón, mirando nuevamente por su ventana.

—¿Qué? —soltó confundido el vampiro, enmarcando sus cejas.

—Mi bebé, será una niña. La he visto en mis sueños, seguro que no me equivoco —sonrió con suficiencia la humana, miró los ojos dorados de Edward y suspiro relajada.

El rostro de Edward era un poema, no sabia si felicitarla o darle el pésame, sabia perfectamente que el panorama era con bastante desventaja, aún así, tenía que actuar positivamente, no por él, por ella.

—Será mejor que subas la ventana, no queremos que pesques una neumonía —murmuro con pesadez el lector de mentes, intento sonreír, pero lo único que consiguió fue una mueca torcida.

—¿Puedo pedirte una cosa? —cuestiono repentinamente seria la humana, buscando la mirada escurridiza del cobrizo.

Edward abrió enormemente los ojos y negó de inmediato al leer los pensamientos de la azabache.

—¡No! —soltó airado, mientras negaba repetidas veces.

—Edward... —susurro con tristeza la humana, buscando sus ojos.

LINAJE│【 Jacob Black 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora