El linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...
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Durante su trayecto de Seattle a Forks la humana se había quedado plácidamente dormida y Edward había optado por dejarla descansar. Esme había preparado una de las habitaciones para que Carlisle pudiera atender a la humana, parecía ser la misma habitación en la que Bella había dado a luz años atrás; esa habitación había quedado inutilizada y ahora Esme tenía una buena razón para desempolvarla.
Edward le había dado su espacio a la azabache, dejándola sola en aquella luminosa habitación mientras el resto de la familia se encontraba reunida en la sala discutiendo las posibles razones de lo que pudiera estar ocurriéndole a la humana, para la buena fortuna de todos, Zendaya tenia el sueño terriblemente pesado. Carlisle lucía impaciente, aunque intentaba no alarmar a nadie, su mano en el mentón anudado a sus ojos ausentes mostraba una seria preocupación.
—Quizá solo se trate de una bronquitis, como dijo el doctor —dijo con poca seguridad el mayor, mirando al cobrizo de reojo, sabiendo que no tomaría ni de chiste esa teoría.
—Lo dudo, la pobre parece que escupirá uno de sus pulmones con esa tremenda tos —dijo divertido el más gigante de ellos, soltando una risa burlesca.
Ninguno en la estancia se le unió, por el contrario, lo acusaron con la mirada.
—Hasta aquí puedo escuchar silbar sus pulmones —soltó secamente la rubia, sin despegar la mirada de Carlisle.
—Olvida los pulmones, su respiración forzada terminará volviéndome loco —volvió a burlarse Emmett.
—Basta Emmett —reprendió Esme.
Edward observo a todos con el semblante serio y echo un vistazo a Isabella quien permanecía sentada en el sillón con el rostro inexpresivo y los brazos cruzados. El cobrizo no pudo contener mas un suspiro pesado después de rodar los ojos con cierto fastidio.
—Ella no debería estar aquí, no debiste traerla —refunfuño Bella. —Ness llegará aquí en cualquier momento.
—¿Dónde esta ella? —cuestiono Edward, frunciendo las cejas.
—Eso nos gustaría saber, últimamente nuestra hija no es mas que un fantasma que merodea por aquí de vez en cuando —susurro triste Bella, mirando el suelo.
—Dijo que iría de compras, siempre le anima, yo le sugerí que lo hiciera —soltó cantarina la duendecilla guiñándole un ojo en gesto de complicidad a Edward.
Edward asintió agradecido, agradecía ese vínculo tan especial que ambos tenían. Alice había visto venir a Edward con Zendaya y por esa razón se había encargado de que Nessie no se encontrara en casa; eran un equipo fenomenal.
—Genial —soltó Bella, molesta.
—No es momento para esto Bella, tenemos cosas más importantes en que pensar —suplico Edward al ver venir la reacción pronta de su esposa.
