El linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La familia Cullen estaba atravesando algunas crisis, en realidad, eran solamente Edward y Bella quienes tenían algunas circunstancias complicadas. Después de quince años de matrimonio empezaban a descubrir que, contrariamente a lo que ellos pensaban, ninguno de los dos era perfecto y eran totalmente diferentes. La paternidad no les había durado, Renesmee creció tan rápido que no tuvieron tiempo de disfrutarla y existían ciertos vacíos en ambos que probablemente, nunca se llenarían, esa era la desventaja de la inmortalidad; continuamente deseabas lo que no podías tener y era eso justamente lo que estaba ocurriéndole a la pareja.
Edward tenia un enorme remordimiento de conciencia, continuamente pensaba que había fracasado como padre, pues los últimos días, su hija y adoración empezaba a mostrar realmente de lo que estaba hecha, se había convertido en alguien insensible y egoísta, que justificaba cada una de sus terribles acciones y lo peor no era eso, lo peor era que su madre le daba la razón. Carlisle y Esme intentaban dialogar con ambas, hacerles entender que lo mejor era hacerle caso a Edward en su plan de salir de Forks para conseguir un despeje del panorama y así, de una vez por todas, Renesmee pudiese dejar tranquilo a Jacob, quien había sido muy específico en querer revertir los votos matrimoniales.
Nadie quisiera estar en la posición en la que Edward se encontraba, gracias a su don y terrible maldición, era consciente de los pensamientos que transcurrían en la peculiar mente de la hibrida y estaba convencido, de que el asunto de Zendaya no era una simple rivalidad por amor, para ella era una competencia y tenía un peligroso sentimiento de dominio, abrazándose a la idea de que Jacob le pertenecía totalmente.
Se sentó sobre su enorme y magnifico piano, mientras tocaba notas al azar creando una hermosa melodía que recorría cada rincón de la casa, brindando un poco de paz a pesar de la tensión que existía. Rosalie se unió a él, se sentó a lado suyo y cerro los ojos mientras meneaba su cabeza con gracia ante cada nota que emanaba el musico. Permanecieron en ese mismo sitio por al menos una hora, ninguno parecía inmutarse por la presencia del otro, estaban acostumbrados a pasar desapercibidos uno del otro. Fue ella quien rompió el silencio, desconcentrando al vampiro.
—Posiblemente no sirve de nada, pero estoy de acuerdo contigo —murmuro con aquella melodiosa voz que tenía la barbie.
Edward la miro apenas y soltó un pesado suspiro al cerrar los ojos con fuerza.
—Es muy joven, no entiende algunas cosas y Bella está llenándole la cabeza de basura.
—No entiendo que es lo que quieren.
—¿No entiendes lo que quieren? O será que no entiendes lo que Bella quiere... —murmuro con cierto sarcasmo en su tono de voz.
Edward observo las teclas del piano y permaneció inmóvil, como estatua.
—Yo amo a Nessie, la vi crecer, es como una hija para mi y si algo le enseñe es que nadie puede rechazarnos —musito, con culpa. —quizá gran parte de esto sea mi culpa y me siento responsable por ello, sin embargo, una mujer sabe cuando apartarse y abrazar su dignidad. Cada vez que intento hablar con ella sobre ese loca y absurda obsesión de tener al perro de regreso con ella, Bella interviene con su monologo de "ella es su improta, deben estar juntos". No sé quien esta más obsesionada con Jacob, si Ness o Bella —susurro apenas audible, mientras se ponía de pie sin despegar sus divinos ojos de su hermano.
