Habían transcurrido siete días desde que Zendaya y Ephraim abandonaron el pueblo, pese a que el viejo dicho dice que "el tiempo lo cura todo", en el caso de Jacob, era todo lo contrario. El tiempo no estaba ayudando, por el contrario, estaba empeorándolo todo. Llamaba constantemente al teléfono de la humana, pero siempre terminaba en el contestador, hasta ese día había perdido la cuenta de cuantos mensajes había dejado en su buzón.
—Por favor, Llámame.—
—¡Me estoy volviendo loco Zendaya! ¡Habla conmigo, por favor!—
—Solo quiero escuchar a Ephraim, los necesito.—
—Si continuas así tendré que ir por ti.—
—¡Maldita sea, solo responde el puto teléfono!—
La manada estaba preocupada, sus jóvenes integrantes estaban consternados por el cuadro depresivo que su alfa estaba atravesando, era la primera vez para ellos verlo en ese estado, excepto para Leah y Seth, quienes lo habían visto en esa misma situación un par de ocasiones más; aun así, no podían evitar preocuparse por su líder, dependían de él para casi todo, lo necesitaban.
Leah fue la primera en hartarse de la precaria condición de su alfa, por lo que se vio obligada a tomar riendas en el asunto y confrontarlo de una vez por todas. Seth, por otro lado, solamente quería darle el tiempo suficiente para reponerse, él era empático con el sentir de su viejo amigo. El resto de la manada estaba de acuerdo con Leah e ignoraron las sugerencias pacificas de Seth. Todos juntos fueron hasta la antigua casa de Zendaya en la que, por alguna extraña razón, Jacob se había mudado desde la partida de su hijo, al parecer tenia serios problemas maritales que lo habían obligado a salir de la casa que compartía con su esposa.
Leah fue la primera en entrar, haciendo una de sus peculiares muecas de desagrado al ver las condiciones en la que Jacob se encontraba. Botellas vacías por doquier, ropa esparcida en todas partes y un embriagador aroma a alcohol que molestaba las fosas nasales de cualquiera. Subió las escaleras y hubo un notorio contraste en el panorama, pues ahí todo estaba limpio y despejado. Busco a su alfa por las habitaciones principales del segundo piso sin tener resultado, fue entonces cuando se dirigió a la habitación del pequeño Ephraim y se encontró con Jacob recostado en la cama, abrazando la peculiar frazada favorita de su hijo.
La escena podía conmover a cualquiera, pero no a alguien tan dura como Leah. La partida del mas pequeño de los Black había entristecido a todos en la reserva, nada era lo mismo sin ellos, incluso Leah había derramado un par de lágrimas al enterarse de que habían partido sin despedirse, fue un duro golpe debido a que Zendaya y ella tenían una buena relación, la quería como una hermana y esa era una de las razones de su resentimiento contra Jacob en ese momento, lo que le impedía poder apiadarse de él, pues según su criterio, todo esto era su culpa.
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LINAJE│【 Jacob Black 】
WilkołakiEl linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...