El linaje Black persistirá con la llegada de Ephraim Black, el pequeño hijo de Jacob Black. Un auténtico varón quien ha llegado para salvar el linaje Black y quien lleva el mismo nombre que el antiguo jefe de la tribu, en su honor. Él es su legado...
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Cuando la castaña abrió los ojos inmediatamente reconoció donde se encontraba, era la rustica casa de Emily y Sam. Poco a poco se fue incorporando sin tener muy en claro lo que había pasado minutos antes, todo parecía tan vago y borroso en su mente. Estaba por levantarse del sillón donde la habían acostado mientras estaba inconsciente, cuando Emily se acercó a ella, poniendo una de sus delicadas manos sobre su hombro, obligándola a recostarse de nuevo.
—¿Qué sucedió? —murmuro la castaña mientras se oprimía la cabeza con ambas manos, en un patético intento de amortiguar el dolor.
—Tranquila cielo, recuéstate —intercedió Emily, cálida como de costumbre. —Sufriste un desmayo, demoraste en despertar y me tenías preocupada...
Como un fugaz relámpago, recordó rápidamente lo que había acontecido. Impulsivamente, se puso de pie, provocando que Emily se sobresaltará.
—¿Dónde esta Edward? —cuestiono ansiosa.
—Sam se encargo de ellos —apaciguo Emily.
—¿Le hizo daño? —añadió mientras sus manos empezaban a temblar.
—No, por el contrario. Edward le rompió algunos huesos y pudo haberlo matado de haber tenido la intención, pero solamente intento defenderse... Sam trajo a casa a Jeff hace menos de diez minutos, está arriba... Edward está hablando con Billy, están intentando remediar este incidente...
Zendaya no termino de escuchar a Emily y salió disparada hasta la puerta. Quill repentinamente obstaculizo su salida, haciéndola estamparse contra él.
—¡Quítate de mi camino, Quill! —gruño con fiereza la chica.
—¿A dónde vas? —exigió saber el moreno.
—¡Quítate de mi camino! —grito furiosa, dándole un empujón.
Emily se aproximó a ella, intentando calmarla.
—Ze, por favor, necesitas calmarte —susurro afligida la de enorme cicatriz.
La azabache lo rodeo estampando su hombro con él. Cuando salió de la casa, se percató de que había mucho público, pero no se dio tiempo de reconocer de quienes se trataba. Azotando cada paso que daba, corrió en dirección a su casas. No corrió mucho o al menos sintió que el tiempo paso como relámpago, saco las llaves de su automóvil torpemente y se subió acelerada en el vehículo. Condujo por algunos minutos a exceso de velocidad y milagrosamente no había ocasionado ningún accidente. En ese momento, estaba tan enojada que no podía pensar en otra cosa que no fuera Renesmee. Era claro, Ze no estaba pensando con claridad y su impulsividad estaban conduciéndola en ese momento.
Diviso la residencia Cullen y supo que estaba cerca de su destino, una sonrisa maliciosa ensombrecía su angelical rostro; una parte de ella estaba satisfecha de saber que sus sospechas habían sido acertadas al pensar que la híbrida había interferido en los resultados del juicio, pero por otro lado se encontraba intrigada de saber si Jacob sabia sobre eso o simplemente lo ignoraba. Sus neumáticos patinaban débilmente entre la maleza y cuando estuvo lo suficientemente cerca, dejo de oprimir el acelerador para aparcarse terriblemente mal frente a la casa del matrimonio Black Cullen.
