LIBERTAD

Capítulo dos.

Capítulo dos.

Naruto lo miró de lleno, analizando cómo su respiración entrecortada se tranquilizaba a cada segundo. ¿Por qué diablos aquel chiquillo conocía su nombre? y más extraño aún, ¿por qué conocía su relación con Uchiha Itachi?

Su venganza era un secreto a voces que solo sabía su tripulación.

Era discreto en cuanto a venganzas, de eso estaba seguro, entonces cuál era el misterio de aquel bastardo de mirada penetrante. Lo escaneó con lentitud, sólo era un niño de unos 17-18 años, muy bajo para ser un alfa, probablemente un beta; no había ningún olor en él. Llevaba el cabello corto bastante desaliñado mientras que su rostro mostraba rastros de polvo por doquier, sin embargo, sus dientes eran blancos y pulcros; usaba ropa holgada y un tanto percudida.

Lo tomaría por un pirata más a la cuenta, sin embargo, el misterio de su nombre relucía.

—¿Cuál es tu nombre?

—Sasuke, Sasuke Uchiha.

Así que ese chiquillo era su hermano menor; era interesante que Sasuke se encontrara en las manos de Orochimaru siendo este un gran enemigo de la corona, por ende, de Itachi.

—¿Debo de creer que traicionaras a tu hermano? En caso de que tus palabras sean verdaderas.

—Itachi me intercambió con Orochimaru—, pensó en lo buen actor que debía de ser para que el rubio se tragara sus palabras. Sus mentiras solo eran una manera de acaparar su atención.

Naruto se acercó en un claro signo de amenaza al azabache y lo tomó del cuello. Captaba parte de su plan, entendía la necesidad de salvar a su tripulación, en definitiva, Sasuke hubiera sido un buen capitán si no se hubiera atravesado en su camino.

—Shikamaru, prepara los cañones.

—Si los matas, no te dire donde encontrarlo.

—No será necesario, Itachi vendrá por ti.

—¿Eres tan estupido para creer que vendrá por mi?

—Si en verdad eres su hermano, vendrá... No hay nada que no hiciera Itachi por su pequeño hermano menor, ¿no?

—Te matará.

—Disparen en cuanto los tengan en la mira— manifestó sin importarle mucho sus palabras.

Sasuke pudo ver la intensidad de aquellos ojos azules, el fuego que se consumía por destruirlo todo y se sintió demasiado débil por no poder salvarlos, ni siquiera, para poder manifestar su furia. Naruto lo estrelló con fuerza contra la madera haciendo que sus pensamientos se hicieran lo suficientemente débiles para caer ante la oscuridad.

«»

Cuando despertó sólo descubrió humedad.

Estaba en alguna celda del barco, donde se sentía más la inestabilidad y solo pequeños rayos de luz se filtraban. Su cuerpo le dolía horrores, ya no había cuerda que lo detuviera, sino cadenas. Por lo menos, eran inteligentes.

Cerró los ojos tratando de pensar, sin embargo, la ola de recuerdos lo golpeó de lleno. Había sido un estupido, no solo había conseguido matar a sus compañeros, ahora hasta Itachi correría peligro. No dudaba ni un segundo en que su hermano fuera a por él. Lo conocía lo suficiente para concluirlo.

Después de escapar de casa, se había comunicado varias veces por carta con Itachi. Jamás le dijo sobre su paradero, pero si le manifestaba que estaba bien.