Capítulo diecisiete.
El paso de la serpiente.
Sasuke sólo había navegado por esas aguas en una ocasión, pero Orochimaru siempre evitaba esos territorios. Nadie lo había cuestionado, pero ahora comprendía un poco de todo ello; las eludía por el sannin, ¿qué otros secretos guardaba su antiguo capitán? Suspiró con melancolía mirando el enorme camino de montañas que representaba aquel lugar.
Extrañaba a Karin.
Casi toda la vida habían estado juntos.
Incluso, anheló las estupideces de Suigetsu.
De repente sintió como una piedra de estrés cayó por completo en su espalda; las últimas semanas ni siquiera había pensado en escapar. Realmente comenzaba a gustarle estar ahí y aquello le molestaba demasiado, no era posible que estuviera acostumbrándose a la presencia de ellos. Si su hermano lo rescataba no dudaría en matarlos a todos.
La verdadera pregunta seguía rondando su cabeza: ¿de verdad quería ser rescatado? ¡Sí!, debía de aferrarse a esa idea, debía de ver a través de la decepción de su vida. No podía permitirse ser blando en ese momento, debía escapar de las manos de Naruto. Él era quien lo confundía...
A pesar de que lo evitaba, no podía dejar de pensar en él.
En sus manos, en sus besos, en su...
¡Mierda! Sus mejillas se habían encendido de solo recordar al capitán, debía de serenarse. Extrañaba su maldito cuerpo, aquella experiencia de caricias que lo hacían dudar de todas sus convicciones, ¡tenía que saciar toda su curiosidad! Sí, Itachi llegaría en cualquier momento con Karin y toda esa mierda terminaría ahí.
—¡Sasuke, nii-chan! — exclamó el tripulante más pequeño.
—Ya te he dicho que no me digas así, mocoso.
—¡Eres el novio de Naruto nii-chan! ¡Entonces también eres mi hermano!
Realmente odiaba las conclusiones de ese niño, ¡él no era novio de nadie!. Tal vez eran amantes, buscando calor mutuamente por el descontrol de sus instintos pero fuera de ello no eran nada más.
No había sentimientos.
Debía de repetirlo hasta que se lo creyera.
—Sasuke... — llamó aquella voz que le hacía temblar.
En su vida pasada de verdad que debió ser un hijo de puta para que todo eso le pasara a él. Naruto no podía ver que tenía miedo de su presencia y de aquella extraña calidez que se formaba en su pecho cada vez que sus miradas se encontraban. Trató de evitar su contacto y caminó directo a las cabinas pero su mano lo detuvo.
—¿Qué quieres? —preguntó lo más déspota que pudo.
—Sakura ha dicho que...
Oh, esa maldita chismosa.
—No importa — musitó tratando de soltarse de su agarre, pero el rubio no hizo más que incrementarlo.
—Te han preparado un baño, estamos a unas semanas de llegar a Konoha. Deberías descansar 'ttebayo.
—Usuratonkachi... — era una mierda, daba por hecho que se quedaría ahí en Konoha de lo más galante, ¿y por qué no hacerlo? hace mucho había dejado de intentar huir del barco. La conclusión le supo demasiado amarga; giró a ver al alfa y su desdén fue latente.
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LIBERTAD
FanfictionOh, la libertad siempre había tenido un alto costo. NaruSasu. Omegaverse. NaruSasuDay