Capítulo 04

8.4K 576 169
                                    

Caleb sale de la biblioteca y se dirige hacia nosotros, en silencio nos encaminamos hacia su coche que está en el garaje. Caleb me abre la puerta de los asientos trasteros mientras Alex entra al asiento del co-piloto.

Caleb enciende el coche y nos vamos de la universidad, yo me dedico a mirar el paisaje mientras vamos de camino a su casa con el silencio reinando nuestro camino.

Al llegar, aún en silencio, Alex abre mi puerta invitándome a bajar del coche y nos dirigimos hacia la puerta principal. Al entrar puedo notar que todo está limpio y no parece que el día de ayer hubo una fiesta. Las mesas están decoradas con objetos de plata y de cristal que el día de ayer faltaba.

Alex pone una mano en mi cintura causando que cosas se remuevan en mi interior y me guía a lo que supongo que es la sala ya que tiene sofás negro con una mesa en el medio. Nos sentamos en la alfombra y sacamos nuestros libros para empezar a trabajar.

-Vale, podemos separarnos las páginas. Tu haces la página ocho completa y hasta el ejercicio diez de la página nueve mientras yo hago los ejercicios restantes de la página nueve y la página 10. Si necesitas ayuda me avisas. ¿Te parece? -yo asiento y abro el libro con los ejercicio, el me tiende unos audífonos mientras le pone play a la música, Bling de The Killers se escuchan a través de estos.

(...)

Después de aproximadamente dos horas haciendo tareas, terminamos los ejercicios del libro.

-Vale, acabe.-digo, miro el reloj y después la venta y noto que ya está oscureciendo, Alex mira como me levanto de la alfombra-Se me hace tarde. Tengo que llegar a mi piso a cenar. Será mejor que me vaya. -digo mientras recojo mis cosas, le dedico una pequeña mirada a Alex y noto como tiene una mueca de decepción.

- ¿Que tal si pedimos unas pizzas para que te quedes a cenar y después de eso te llevo a tu piso? -pregunta con un tono esperanzado, hago como si me lo pensara, de verdad deseo quedarme. No se porque pero quiero encontrarme con el resto de sus hermanos.

-Si preciosa, quédate. -dice una voz a mis espaldas, yo volteo asustada por el hecho que no lo vi ni lo escuché venir y me doy cuenta que la voz vino de Axel que está parado atrás mío con sus cuatro hermanos.

-No nos importará. Puedes quedarte.-dice uno de ellos, se podría decir el mayor de todos pero no estoy a segura, tiene la piel color canela, su cabello castaño oscuro y sus ojos verdes son lo que más atraen de el, es bastante alto y lleva una vestimenta como si acabara de salir de una reunión importante y quiere relajarse, su camisa blanca tiene tres botones abiertos en la parte del cuello y las mangas de su camisa están en los codos dándole un porte serio y sexy.

-Está bien. No me quedaré hasta tan tarde. -digo, el chico de ojos color miel, Axel y Alex sonríen como si fuera la mejor noticia del mundo mientras que Aiden solo alza ligeramente las comisuras de los labios y Caleb se hace el indiferente, el chico con ojos verdes simplemente me ve directamente a los ojos.

(...)

Los seis hermanos se sentaron con nosotros en el sofá mientras comemos pizza, Luca -el chico de ojos color miel- es bastante divertido, hace bromas subidas de tono pero no pierden su gracia. Axel habla sin parar, es un chico bastante comunicativo, nos ha contado bastantes anécdotas que tuvieron ellos seis de pequeños. Alex también habla, sigue con sus chistes malos que me hacen carcajear y cada vez que lo hago, el sonríe de una forma casi imperceptible. Callum - el chico de ojos verdes- sigue serio mirándonos sin comentar nada.

-Cuando Axel y Aiden recién empezaban la escuela, de regreso a casa vieron un ratón y pensaron quedárselo como mascota, soltaron al ratón en la casa y este se fue corriendo. Mi padre se la pasó corriendo por toda la casa para atrapar el ratón mientras Axel y Aiden chillaban que no le hagan daño. Mi mamá quería reventarles una olla en la cabeza a cada uno por eso. -Alex termina de narrar una anécdota de ellos y yo me carcajeo por lo sucedido. Me hago una imagen mental de los chicos pequeños y me hace derretir de ternura.

EviternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora