Capítulo 42

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- El mayor de mis hijos, Matt, siempre a sido algo cómo la oveja negra de la familia. No consumía drogas pero sí las vendía y se aprovechaba de sus hermanos menores que en ese momento simplemente le hacían caso porque él decía que era el mayor y debían de hacer lo que él quería - hace una pausa y suelta un suspiro -. En esos tiempos Matt tenía veinte y mis hijos eran adolescentes. Cómo Matt era mayor de edad y podía ir preso, mandaba a sus hermanos menores a repartir "encargos" y cuando estos se quejaban él los amenazaba diciendo que les haría la vida imposible si decían algo. En ese momento mi esposo y yo no sabíamos nada, y cuando Luca intentó decirnos, la pandilla a la que pertenecía Matt lo molió a golpes cuando regresaba de la escuela. A tal punto que estuvo internado casi tres semanas - suelto un jadeo.

¿Luca? Él es un amor, no se merecía eso.

<< Nos enteramos años después de lo sucedido. Luca solo dijo que un grupo de asaltantes quería llevarse su mochila con su móvil y todo eso, y como se había resistido, lo golpearon hasta la inconsciencia. No sé cómo, pero la policía los terminó arrestando luego de eso y estuvieron en una correccional durante casi un tres meses por posesión y venta de
drogas. Callum justo salía de la escuela y su padre lo mandó a estudiar derecho en Génova así que salió de todo eso. Mientras que los chicos terminaron la escuela acá y empezaron la universidad. Ahí fue cuando conocieron a Cristine, imagino que sabes que es la ex de mis hijos - me dice y asiento toda intrigada -. Estuvieron casi dos años y en esos dos años estuvo con Matt.

- ¿Eh? - pregunto, confundida.

- Lo sé. Matt y Cristine se conocieron antes que ella conozca a los chicos y planearon hacer que alguno de mis hijos se enamorara de ella aunque no tuvieron en cuenta que los seis se enamoraron. Empezaron una relación poliamorosa, ella se aprovechó que ellos estaban muy enamorados y empezó a robarles. Nos robó casi un millón en dos años. Cuando mis hijos se dieron cuenta, terminaron inmediatamente y hablaron con la policía, Matt en venganza los volvió a meter en prision. Mi esposo tuvo que irse a una casa porque la prensa estaba que lo perseguía, y yo por seguridad me quedé en Milán.

- Eso si me habían dicho los chicos - susurré todavía impactada - ¿Cómo salieron de prision? ¿Siguen haciendo lo que su hermano dice? - Suelta in suspiro.

- Luego de bastante trabajo, lograron salir de prision y por suerte ya no siguen en ese horrible negocio. Matt se dió cuenta que ya no puede seguir usándolos y los dejó en paz. Nos enteramos luego que salieran de la prision todo y se podría decir que sacamos a Matt de la familia.

- ¿Y porqué no denunciaron a Matt?

- Lo intentamos, de verdad que lo hemos hecho pero no tenemos pruebas contra él, y si las tuviéramos, el tiene más poder que nosotros. Es el líder del narcotrafico aquí en Venezia. Tiene mucho poder en sus mano y puede hacer lo que quiera.

- ¿Él fue el responsable que los chicos estén en la cárcel ahora?

- Sí.

-¿Qué van hacer? Esto no puede seguir así. Los chicos no pueden ir a prision cada que él quiere.

- Ya lo sé. Mi esposo y yo hablamos con ellos, les dijimos que deberían de irse a otros países para vivir, aquí solo tendrían muchos problemas.

- ¿Y qué dijeron?

- No quieren dejarte - me sonríe.

Yo no sé que más decir. Ellos deben de irse de Italia ya. Yo no puedo ser un impedimento para ellos. No pueden seguir así.

(...)

Ha pasado un mes y no he podido visitarlos. Sofía siempre me dice que están intentándolo todo para que salgan lo antes posible pero dicen que el juez piensa darles cinco años de prision. cinco años. Muchísimo tiempo. Y esa es la oferta que les ofrecieron con la
menor cantidad de tiempo para que ellos estén en prision y cumplan su condena.

Yo he vuelto a trabajar en la cafetería de Martha y eso me mantiene bastante ocupada. También he postulado a una universidad en Francia para pastelería, si me aceptan, empezaría el año que viene, solo espero que me contesten.

Tendría que conversar con los chicos. Me gustaría que vinieran conmigo, ellos deben de irse de Italia y escaparían de su hermano, pero deben de terminar su carrera acá o por lo menos Caleb que ya está por acabar la universidad.

Lo he estado pensando bastante. Entre los seis podríamos comprar un piso grande o una casa,
pero no sé si a ellos les gustaría irse a Francia. Yo tengo claro de que si ellos no quieren venir conmigo -que tampoco es su obligación-, tendremos una relación a distancia porque
mis sueños y metas van antes de cualquier novio.

(...)

Me han respondido, fui aceptada en la universidad. Se han demorado un poco en contestarme, casi un mes, como también los chicos van dos meses en prision. Están por hacerles un juicio al que en este momento me estoy arreglando para ir. Se han demorado muchísimo en su caso y no tengo
ni idea del porqué.

Sofía y Mark tampoco saben, dicen que los policías han encontrado más cosas pero estoy segurísima que se trata de su hermano detrás de todo.

Me repaso de nuevo en el espejo para saber si voy bien vestida. Una blusa pegada con cuello alto y corta de color crema con un jean negro y arriba un blaiser café para protegerme del frío que ya está haciendo.

Bajo las escaleras y veo a mi taxi esperando, Sofía se ofreció llevarme pero me negué. Estoy nerviosa, en realidad, nerviosísima. No he visto a mis queridos novios desde hace dos meses porque no han querido dejarme verlos. No voy a negar que si me dolió que ando un poco resentida pero ya se me pasó. Sofía si los
llegó a ver hace poco, me dijo que me amaban y que ellos no querían dejarme verlos porque se sentían avergonzados. Me dio ternura, me imagino esa cara de niño regañado que siempre ponen cuando hacen algo mal.

Mi corazón va a mil por hora, cuando entro a la sala donde se realizará su juicio, me siento en el medio, Sofía y Mark van adelante y los chicos todavía no han entrado pero se que ya lo van hacer cuando el juez asiente con la cabeza y el policía con el que hablaba sale.

Están igualitos, se ven cansados pero siguen igual. Me provoca ir arreglar el cabello de Axel que está bastante desordenado o acariciar esa barba que Callum se ha dejado o pasar mis dedos por la cabellera castaña de Caleb...

Como los extraño...

- Bien, demos inicio a la sesión - dicta el juez.

El abogado empieza hablar pero solo me concentro en mis chicos, ellos evaden mirarme. Se notan nerviosos, bastante nerviosos y yo también lo estoy. No quiero que pasen tres años en prision.

(...)

- Después de ver todas estas evidencias y tomar una decisión - empieza el juez, creo que por primera vez me dedico a verlo ya que he estado solo concentrada en los chicos - a ustedes los declaro culpables de posesión de drogas y narcotráfico con una pena de cinco años en prision.

Escucho un sollozo de parte de Sofía y veo a los chicos mirarme por primera vez, yo con lágrimas en los ojos, ellos se levantan de
su sitio y los policías los esposan para llevárselos. Antes de que salgan me dedican una mirada triste y yo me quedo con un los amo en la garganta, atorado.

EviternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora