-¿Entonces que estás estudiando?-la abuela de los chicos se sentó al frente mío, al lado de su esposo.
-Medicina.
-¡Ah! ¡Estás estudiando con mi Aidencito!- veo a Aiden y el rueda los ojos, la abuela está con una sonrisa que llega hasta sus ojos.
-¿Sabes que especializarte?-el abuelo de los chicos pregunta, niego con la cabeza ante su pregunta.
Ahora qué me doy cuenta, todavía no se que quiero especializarme. Se supone que debería ir sabiendo, se que recién empiezo la carrera pero igual, solo parar tener una idea
Siendo sincera, tampoco se si quiero ser doctora. Me gusta mucho la repostería. Me encanta. Solo que, no quiero defraudar a mis padres.
¿Quien no quisiera tener un hija doctora?
-Todavía te falta para elegir. Cuando yo iniciaba la carrera, elegí le especialización que quería en ese momento, terminé cambiándome bastantes veces. No tiene porque preocuparte.-El abuelo de los chicos parece leer mi mente, el me da una sonrisa y yo se la devuelvo.
La pizza llega, al igual que las bebidas y algunos pocos platos más. El ambiente en el que estamos es cómodo, bastante cómodo. El abuelo y la abuela de los chicos hablan, sin divertidos, se la pasan contando de anécdotas que tuvieron cuando eran jóvenes. El señor cuenta chistes malos, pero divertidos y la señora simplemente le molesta a su esposo.
Después del almuerzo quedamos en que nos volveríamos a ver pronto. Alex se ofreció a llevarme a casa y terminé aceptando.
-Ven, sube.-Alex me abre la puerta de su carro -previamente habíamos ido a la casa de los chicos para recoger las cosas que me había olvidado-.
Me siento en el lado del copiloto, pone su mano en mi muslo y le da un ligero apretón.
-¿Quieres poner música?- pregunta.
-Si -le da al botón de música en la pantalla que tiene el coche y una melodía empieza ambientar el viaje.
Una canción de The Killers empieza a escucharse, yo canto en voz baja hasta que llegamos a mi casa.
-¿Subes?-Alex asiente, caminamos hasta la entrada donde saludamos al portero y entramos al ascensor.
Siento como se me este mese la piel cuando posa su mano en mi espalda baja, el se pone adelante mío y junta nuestros labios.
Sus manos me pegan a su cuerpo, el beso es deseoso y desesperado, su lengua juega con la mía luchando por control. Al llegar a mi planta, salimos del ascensor, puedo sentir como mis labios hinchados y palpitantes por el intenso beso que tuvimos.
Abro la puerta en silencio, el entra y se saca la chaqueta que llevaba para lanzarla hacia el sofá.
Cierro la puerta y él me pega otra vez, solo que ahora quedo entre la puerta y él.
Hace un camino de besos desde mi cuello a mis labios, sus manos bajan hacia mis glúteos para agarrarlos con fuerza y apretarlos, suelto un jadeo parecido a un gemido y él lo calla con un beso.
Empieza a desabrochar mi blusa lentamente. Tan lento que parece una tortura.
-Ya llegaron los exámenes.-susurra-Negativo en todo.- termina de sacarme la blusa para lanzarla al suelo.
Empujó su cuerpo, llevándolo a la cama para empujarlo y que se caiga de espaldas. Se apoya en sus codos y yo me termino de desvestirme.
Me quedo desnuda al frente de él, y este me queda mirando mi cuerpo embobado y con deseo. El bulto que lleva crece más, me acerco a él y empiezo a desabrochar el cinturón que cae al suelo. Empiezo a desvestirlo, primero la camiseta que lleva se la saco por la cabeza para después dejar besos en su torso desnudo.

ESTÁS LEYENDO
Eviterno
Teen FictionEviterno (adj. culto) Que tiene principio pero no fin o que su duración no es temporal. Leah se muda a un nuevo país, está en su primer año de universidad y se encuentra a seis hermanos demasiado atractivos por una fiesta que terminó mal. ¿Podrá Lea...