Capítulo 39

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Estoy recostada en el pecho de Caleb pasándole un dedo en la mejilla como cariño, él hace lo mismo en mi espalda desnuda.

Después de una noche intensa, me quedé dormida rápidamente y me desperté muy temprano al igual que Caleb. Tomamos un café juntos y luego en su habitación tuvimos sexo hasta que ya no podía más -porque estaba bien cansada por lo del día anterior, sino daba para más -, y nos quedamos recostados en su cama.

Mi estómago ruge y el pecho de Caleb vibra cuando esté ríe, se incorpora en la cama y agarra una camiseta suya para ponérmela.

- Vamos por algo de comer.

- No, me da mucha pereza - le digo metiéndome otra vez entre sus sábanas y este ríe alejándolas de mi.

- Anda floja - tira de la sabana pero no la suelto y termina dejándola - ¿Te traigo el desayuno?

- Sííí - este sonríe y sale de la habitación mientras que me quedo recostada en su cama.

Ahora que lo pienso, Caleb no sabe cocinar nada más que huevos y un sándwich, pero no sabe cómo prender la hornilla.

Salgo de la cama y bajo a la cocina donde también está Axel intentando prender la cocina con él. Ambos tienen el ceño fruncido porque no pueden. hacerlo, reprimo la risa que intenta salir de mi.

- Déjenme ayudarles.

- No es necesario, muñeca. Nosotros podemos.

- Okey - me quedo apoyada en la encimera viendo como ellos dos luchan por prender la hornilla y luego de unos pocos -muchos- intentos, logran hacerlo.

Caleb prepara huevos revueltos y Axel pone el café y el pan para tostar. El resto de sus hermanos todavía no despiertan así que solo preparan el desayuno para los tres.

(...)

- Hoy día no quiero hacer mucha cosa - dice Alex.

- Yo tampoco - le sigue Callum.

-¿Y si solo no quedamos en la playa? - les pregunto.

- Me parece bien - sigue mi idea Axel.

- Igual que a mi- interviene Aiden.

Luego de tomar desayuno Caleb, Axel y yo, llegaron el resto de sus hermanos discutiendo de que Spiderman no era el mejor superhéroe. Luca enfurruñado se fue a sentar a mi lado abrazandome posesivamente porque como sus hermanos no estaban de acuerdo con lo que dijo, vino a mi por un poquito de amor que estoy dispuesta a darle.

- ¿Luca? - le pregunto este esconde su cabeza en mi cuello.

-¿Mhm?

- ¿Me sueltas?

- No - dice como niño chiquito, mi corazón se enternece y sonrío tiernamente.

- Necesito hacer pis.

- Aguántate - pongo mis labios en una línea intentando no reírme porque sé que se enojaría un poco si me burlo de él.

- De verdad necesito ir al baño.

- Te acompaño.

No me da tiempo a refutar y me cuelga en su hombro, suelto un grito del susto. Fue tan rápido el movimiento que me mareé.

- Ahora te gusta que vomitar, también - le digo apenas me deja en el suelo del baño.

- Ya puedes hacer pis.

- No puedo hacer pis contigo aquí - le digo.

- ¿Porque no? - frunze el ceño.

- No me concentro, ahora déjame sola.

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