Me despierto cuando no siento a Aiden a mi lado. Todo está oscuro pero veo por debajo de la puerta del baño una pequeña luz. Me acerco a la puerta y escucho a Aiden vomitar.
Abro de inmediato la puerta y lo veo de rodillas en el retrete. Me acerco a él y le acaricio la espolada corriendo su cabello que se ha pegado a su frente.
Le acaricio la espalda mientras él termina de sacar todo. Odio verlo así. Me dan ganas de llorar porque no puedo ayudarlo. Los chicos me pidieron que me quedara algunos días porque parece que conmigo Aiden es el único quien interactúa en la casa. No habla con nadie que no sea yo y tampoco recibe nada de nadie a menos que también sea yo.
Así que por esto, en las mañanas voy a trabajar a la cafetería de Marta y después voy a casa de los chicos para acompañar a Aiden.
Sus hermanos no quieren dejarlo solo en ningún momento, y yo tampoco así que nos la arreglamos para que no lo dejemos solo.
Mientras los chicos están en clases y yo trabajando, Callum lo cuida hasta que yo llegue y se vaya a su trabajo. Después en la tarde los chicos están y hacen las cosas de la casa mientras me quedo con Aiden en su habitación porque no quiere dejarme ir. Yo tampoco quiero alejarme de él.
Está entre distante y cariñoso conmigo, una combinación extraña que ni yo la entiendo. Todo el día estamos acostados en la cama, él recuesta su cabeza en mi regazo y yo le hago cariñitos en la cabeza mientras vemos algo en la televisión, pero no me habla. Solo algunas veces para decirme cosas como "Tengo hambre", "Me duele la cabeza" y más cosas así. Sucede muy pocas veces que quiera comer. Después el resto del tiempo se queda callado y suelta algunos gruñidos. Y respeto eso.
- ¿Puedes traerme agua, porfavor? - pregunta.
-Claro - dejo un beso en su cabeza y me levanto para ir por su vaso con agua.
Todos están dormidos así que con mucho cuidado voy hacia la cocina evitando hacer algún ruido.
Subo otra vez a la habitación donde veo a Aiden ya recostado en la cama con una mueca.
-¿Te traigo algo para el dolor de cabeza? - él niega y le alcanzo el vaso, lo toma bebiéndolo de inmediato.
-No puedo domir.
Algo que también le pasa es que tiene insomnio casi siempre. No duerme en toda la noche y después en la mañana, alrededor de las cinco o seis, recién consigue dormirse pero se levanta un par de horas después.
Me recuesto a su lado y apoyo mi cabeza en su pecho, él agarra la manta y nos arropa. Pongo mi mano en su mandíbula y le hago cariños hasta que me quede dormida.
- Te amo - susurra.
O casi dormida.
(...)
Vale, no sé qué le pasa a Aiden ahora. Está muy nervioso e inquieto. A cada mínimo ruido, él salta asustado. Me da miedo hacer algo y a él pueda darle un ataque cardíaco del susto.
Se pasea por toda la habitación con sus manos temblando y mirando a todas partes como si esperara que alguien saliera de la nada para atacarlo. Ahora ni si quiera se recuesta conmigo, solo camina por toda la habitación. Tampoco me deja tocarlo. No voy a negar que me duele un poco que me rechace pero entiendo que no quiera.
Lo único bueno es que ahora está comiendo mejor, cada vez que le traigo algo de comida se lo come sin poner peros y eso me alegra mucho ya que antes estaba bajando de peso de una forma nada saludable. Tampoco se ve tan pálido como antes.
Los chicos me dicen que está mejorando y espero que sea así. Su humor ha mejorado un poco. Ahora habla más con sus hermanos. No es que tengan una conversación larga pero por lo menos dice mas de dos palabras. No como antes, ni si quiera les dirigía la mirada.
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Eviterno
Teen FictionEviterno (adj. culto) Que tiene principio pero no fin o que su duración no es temporal. Leah se muda a un nuevo país, está en su primer año de universidad y se encuentra a seis hermanos demasiado atractivos por una fiesta que terminó mal. ¿Podrá Lea...