¡¿Que haces aquí?! Fue lo que dijo esa enana, ella realmente era molesta, pero quizás podía ser de ayuda, eso pensé, pero por otra parte, el que ella estuviera en la casa de Karin, pues... Tampoco me parecía tan malo, así que hice lo que mejor me parecía y eso fue:
—¡vengo por ella!–señale a Kousaka.
—¿Eh? ¿Por mi?
—si, por ti.
—¿En serio? ¿A donde iremos?
—vamos a un lugar que te encantará –me parecío tonto lo que dije.
—¿En serio? Bueno... Déjame ir a cambiarme, ¿si?
—¿Eh? ¿Pará qué?
—¿Pará qué? ¿No dijiste que sería un lugar que me encantaría?
—si, claro que te dije eso, pero ni necesitas tener que estar cambiando de ropa. Con la que traes ahora, esta bien, jeje.
—¿En serio? ¿Te gusta esta ropa?
—si, bueno, vamos ya.
—Eh... Si, bueno, Gra-gracias por venir Nico, nos, nos vemos mas tarde, ¿si?
—ca-claro, ¿en serio, te iras con ella?
—um, no te preocupes, estaré bien, se que no todo va tan bien como quisiera, pero, por lo menos hoy podré pasar tiempo con ella, siendo yo misma, jeje –ella le susurro al oído, lo último. —bien, adiós.
—adiós, cuídate por favor Honoka, ¡y tu! ¡Cuida mucho a Honoka! ¡Si le pasa algo estando contigo, te juro que no podrás dormir nuevamente!
—aja, mira que miedo te tengo, no le pasara nada, Duende, por cierto, ¿no tienes una olla de oro que cuidar?
—¡¿Que?!
—no importa, bien, ¡vamos Hinako!
—Eh... Es Honoka, no Hinako, hablo con la voz algo baja.
—da igual, vamos, voy a llevarte a un lugar espectacular, –subimos al auto.
—¿En serió? ¿Puedo saber dónde es?
—¡no, claro que no! Solo conformate con saber que va a ser un lugar muy genial para ti y que estoy segura, será muy especial. Y divertido.
—esta bien, si tu lo dices, entonces te creo, solo espero que lleguemos rápido, este es un lindo auto, me gusta mucho, es cómodo y tiene... ¡Oohh! ¡Tiene portavasos!
—ah, si lo tiene, todos los autos lo tienen, así que no tienes porque sorprenderte.
—entiendo, es que es la primera vez que veo uno, jeje.
—¿En serió?
—si, es que... Una parte de mi vida, la viví alejada de todo, solo tenía a Nico como única compañía, aunque huir no fue la mejor opción, pero no podía hacer nada más que eso.
—¿Huir? ¿te escápates de tu casa o la cárcel Acaso?
—¿Eh? No, para nada, nada de eso –bajo la voz. —por suerte no he pisado la cárcel, jeje, pero si tuve que ver a muchas personas entrar ahí. Y sobre mi casa, bueno... Hubiera deseado poder tener u...
—ah, no importa, pero ahora lo entiendo mejor, pero tengo un poco de curiosidad, por saberlo, entonces, ¿de dónde escápate?
—bueno, eso fue...
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¿Porque Solo Contigo?
Fiksi PenggemarEli ayase, a desperdicio Una parte de su vida teniendo aventuras, hasta que conoce a su última aventura, y con quien no imagino, que no sólo se la pasaría genial, sino hasta llegar a el punto de casarse, sin saber exactamente de quien se trataba, El...