Han pasado dos días desde la fiesta, y desde entonces no he vuelto a ver a los chicos. Apenas he visto a Cameron, y eso que en teoría estamos en la misma universidad. Pero ambos hemos estado ocupados, preparándonos para el primer día de clases. He pasado la mayor parte del tiempo organizando mi horario, repasando mapas del campus, y tratando de memorizar la ubicación de mis aulas para no perderme. Pero ahora, el día ha llegado, y el nerviosismo no me deja en paz.
Estoy sentada en mi cama, el móvil pegado a mi oreja, mientras hablo con mi padre. Su voz siempre ha sido reconfortante para mí, pero hoy, ni siquiera sus palabras logran calmar mis nervios.
—Va a ir todo bien, Alisa. Sé que estás nerviosa, pero lo vas a hacer genial —dice mi padre, con ese tono firme y cariñoso que siempre usa cuando intenta animarme.
—Lo sé, papá, pero no puedo evitarlo. Es mi primer día, y es todo tan... nuevo —respondo, dejando que el aire salga de mis pulmones en un largo suspiro.
—Recuerda, esta es solo otra etapa en tu vida. Ya has pasado por cambios grandes antes, y siempre has salido adelante. Además, tienes a Cameron y a tu compañera de cuarto para apoyarte.
Justo en ese momento, Devorah sale del baño envuelta en una toalla, con su pelo mojado cayendo en mechones oscuros sobre sus hombros. Me sonríe al verme al teléfono y empieza a rebuscar en su armario en busca de ropa.
—Gracias, papá. Hablar contigo siempre me hace sentir mejor —digo, tratando de mantener mi voz tranquila, aunque el nudo en mi estómago sigue presente.
—Llámame después de tus clases y cuéntame cómo te fue. Estoy seguro de que vas a tener un día increíble.
—Lo haré. Te quiero, papá.
—Yo también te quiero, Ali. Cuídate mucho.
Cuelgo la llamada y dejo el teléfono a un lado, aún sintiendo el nerviosismo correr por mis venas. Devorah, que ha encontrado lo que buscaba, se vuelve hacia mí mientras se coloca una camiseta.
—¿Lista para el gran día? —pregunta con una sonrisa, aunque puedo ver que también hay algo de nerviosismo en sus ojos.
—No lo sé... Creo que sí. ¿Y tú? —le respondo, tratando de sonar más segura de lo que realmente me siento.
—Más o menos. Aunque siempre me tranquiliza saber que no soy la única que está nerviosa —bromea mientras se pone unos jeans y empieza a peinarse el cabello con los dedos—. Pero hey, al menos no tenemos que lidiar con una mala primera impresión hoy, ¿no?
Su comentario me recuerda el encuentro incómodo con Mike en la fiesta. Fue extraño, y aunque no fue un desastre total, me dejó una sensación extraña. No puedo evitar preguntarme si volveré a verlo hoy, aunque es poco probable. Devorah me mencionó que él está en su segundo año, así que probablemente ya tiene su rutina bien establecida.
—Sí, lo bueno es que no tenemos que preocuparnos por eso... por ahora —le respondo, dejando escapar una pequeña risa.
—Bueno, entonces respira hondo. Vamos a enfrentarnos a este día juntas, y todo irá bien. Además, después de hoy, ya habremos superado lo peor —me dice Devorah, mientras se recoge el cabello en una coleta alta.
Me siento un poco más tranquila con su actitud positiva, aunque el nerviosismo sigue presente en el fondo. Me levanto de la cama, decidida a empezar mi día con la mejor actitud posible. Después de todo, este es solo el comienzo de una nueva etapa, y aunque las primeras impresiones no siempre sean perfectas, cada día es una nueva oportunidad para hacerlo mejor.
Después de hablar con mi padre y compartir unas palabras con Devorah, decido que es hora de enfrentar el día. Me pongo de pie, estirando mis músculos tensos, y me dirijo al pequeño escritorio que compartimos en la habitación. Allí, recojo mi mochila, revisando una última vez que todo esté en su lugar: cuadernos, bolígrafos, mi botella de agua... y, por supuesto, el mapa del campus que he doblado con cuidado en uno de los bolsillos exteriores.
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Somos como estrellas (REESCRIBIENDO)
Teen FictionAlisa Jones creía que lo sabía todo. Sabía que la universidad era su renacer, un refugio donde las sombras de su pasado no podían alcanzarla. Sabía que su mejor amigo, Cameron, era su puerto seguro, el único constante en un mundo lleno de caos. Sabí...