Infiltrat [Luna Lovegood/Viktor Krum/Theodore Nott]

CAPÍTULO 28.

«Lo que se encuentra en letra cursiva son diálogos o episodios que se narran como parte de un pasado o recuerdo»

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Ilarion no se consideraba una buena persona.

Y estaba en lo correcto.

Y no es por justificarlo, pero la vida le había enseñado que podía ser muy cruel sin que le hubieras hecho algo al destino.

Él era fiel a sus creencias, a sus principios y a lo que consideraba sus valores, sin importar si estos eran políticamente correctos o a los ojos de los demás eran cuestionables.

No obstante lo único que realmente le importaba en el mundo, era su hermano Viktor.

Quizás seguía manteniendo viva la imagen de una familia en su interior, quizás tenía la esperanza de que pudieran estar siempre juntos y unidos como le hubiera gustado cuando era un pequeño. Pero secretamente todos sus esfuerzos por mantenerlo cerca, no fueron creados con el fin de fastidiarlo como creía el ex jugador de Quidditch, eran un intento nada sutil de mantenerse a su lado pasara lo que pasara.

Él no tuvo la culpa de que el matrimonio de los Krum se destruyera. Él no tenía la culpa de que la relación de los padres de su hermano no funcionara. Su madre había sido quien dejó a Viktor de muy pocos años para irse con aquel ucraniano de ojos verdes del que se embarazó y que también después de un tiempo abandonó por no tener fortuna.

Su madre era a todas luces una oportunista, arribista y trepadora mujer que iba por la vida viendo a quien poder sacarle provecho. Ilarion comenzó a identificar que esa era la manera de relacionarse en el mundo, entendió que Viktor siempre tuvo la atención en su mayoría, que él quedaría siempre relegado al segundo lugar pues no era un jugador de Quidditch famoso.

Su corazón fue guardando odio, algo de resentimiento y unas ganas infinitas de ser visto como todos miraban a Viktor.

Había algo de obsesión en su actuar.

Habían la necesidad de un niño que no tuvo el amor que debió haber tenido.

Pero en la vida no se puede ir eternamente justificando lo que hacemos por lo malo que nos ha tocado vivir.

Ilarion llegó a Dumstrang para ser igual que su hermano, para poder tener las mismas oportunidades, para ser visto igual que él e incluso para aprender lo mismo que el búlgaro. Ellos sabían su parentesco, sin embargo no se hicieron cercanos hasta que Viktor se vió involucrado en los incidentes con Katrina.