Infiltrat [Luna Lovegood/Viktor Krum/Theodore Nott]

CAPÍTULO 11.

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El viento veraniego soplaba con ligereza a orillas del bosque prohibido, donde en ese instante Luna y Theo se encontraban realizando un pergamino sobre las propiedades de la sangre de unicornio y las maldiciones que caerían en un individuo al beberla. Los cabellos sueltos del moño de Luna bailaban con el aire, sin embargo, ella no lo notaba, ni siquiera estaba tan concentrada en la clase como de costumbre, algo muy raro en ella pues criaturas mágicas era de sus clases favoritas.

Theo no podía pasar desapercibida la actitud de ensoñación que tenía la ojiceleste desde que había empezado el día. En ella había un brillo diferente, podía notarlo fácilmente pues a sus ojos se miraba más hermosa y radiante.

—¿Qué tal tu día ayer? —el chico habló por fin, sacando a Luna de su burbuja.

La Ravenclaw lo miró un tanto nerviosa, pues no había pensado en nada más que no fueran los labios de Viktor sobre los suyos, no obstante no tenía planeado contárselo a nadie más que a Tori.

—Oh —sacudió la cabeza ligeramente y le sonrió tranquila. —Bastante bien, logré terminar mis tareas por lo que ahora estoy sin ninguna preocupación.

Theo le devolvió el gesto y asintió.

—Sí, puedo notar que estás muy relajada el día de hoy. —musitó con un ligero tono de burla. —La clase está a punto de finalizar y no has llenado ni medio pergamino. —sonrió con diversión.

Luna entre abrió los labios ligeramente y observó que el chico tenía razón, pues todos a su alrededor ya tenían el pergamino casi finalizado,ella estaba demasiado contenta para preocuparse por la materia – por primera vez–.

—La profesora me matará —dijo risueña y se apuró a seguir escribiendo.

—Es demasiado amable contigo, seguro te dará prorroga. —dijo Theo. —Pero puedes basarte en mis apuntes. —ofreció y Luna negó.

—Gracias Theo, pero si lo hago ambos estaremos en problemas, no te preocupes.

El Slytherin asintió; siguió notando que la rubia no tenía ni el más mínimo atisbo de preocupación en el rostro.

—¿Te encuentras bien? —preguntó completamente confundido. —Luces como si hubieras tomado un trago de Felix Felicis.

Luna soltó una ligera carcajada porque era verdad, se sentía como si hubiera probado litros de esa poción.

—Estoy bien, Theo. —aclaró. —Por cierto, ya pronto empezará el torneo de Quidditch ¿Estás nervioso? —añadió para cambiar de tema, pues al paso que iban probablemente la descubriría rápidamente.

Las serpientes eran astutas.

El Slytherin la miró un tanto sospechoso, pero decidió no darle más vueltas al asunto y comenzaron a hablar del juego hasta que terminó la clase.