CAPÍTULO 9.

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Tras haber tenido aquella curiosa plática con su compañero Slytherin Luna no había podido dejar de darle vueltas a aquellas palabras que Theodore le había mencionado.

Un famoso no era amable con una chica por que sí”

Probablemente Theo tuviera razón y Viktor pudiera estar acercándose a ella con un motivo más. No olvidaba cómo había iniciado todo, de manera tan imprevista, tan improbable.

¿Sería posible que Viktor buscara más que su amistad?

Sacudió la cabeza, intentando sacar aquellas inquietudes de su mente, pero le era imposible. Habían pasado algunas semanas desde que el búlgaro había comenzado a publicar para El Profeta y eso sólo había incrementado dos cosas: El bolsillo de los editores de El Profeta y los ejemplares de todos los viernes –cuando se publicaba el artículo de Viktor– inundando el castillo a la hora del almuerzo. Luna notaba como cada semana incrementaba el número de jovencitas con un diario en la mano, suspirando con suma devoción ante la fotografía del joven de cejas pobladas que se publicaba junto a su columna, pues los editores no eran tontos; Viktor tenía un vasto conocimiento del deporte y tenía muchísimas habilidades de escritor, sin embargo, aunado a eso Krum era demasiado atractivo, lo que significaba un número elevado de ventas hacia el público femenino de todas las edades.

Era un plus.

Con un ligero ceño fruncido, la rubia miró a un grupito de tercer grado de Gryffindor quienes entre risitas se encontraban mencionando los admirables rasgos del joven.

—¡Es tan guapo! —comentó una, mientras delineaba sobre el papel el rostro de Viktor.

—Y es tan sorprendente que de nuevo este aquí, tan cerca del castillo. —soltó una joven morena con un suspiro. —Según sé su hotel no está tan retirado de Hogsmade.

—¡Debemos prepararnos para la siguiente salida, tal vez podríamos encontrarlo por el pueblo!.

Luna rodó los ojos y siguió su camino, tratando de ignorar aquellas palabras.
Que bobas. —pensaba mientras con apuro se dirigía al gran comedor. Por el camino siguió observando escenas parecidas y no fue hasta que se sentó en la mesa de Ravenclaw que pudo respirar tranquila, dejó todas sus cosas de lado y con un ligero impulso tomó un tazón de avena bruscamente, provocando que una copa de jugo de calabaza se esparciera por la mesa rápidamente.

—Vaya, alguien amaneció de malas el día de hoy —se mofó Astoria, quien llegaba con la varita en alto, con un simple conjuro limpió aquel desastre, y ante las miradas de desaprobación de la casa Ravenclaw tomó asiento a lado de la rubia.

— ¿Qué miran? —les espetó la Slytherin, ignorándolas para volverse hacia su amiga.

—Fue un accidente. —dijo Luna y Astoria la miró inquisitiva. —¡Sólo fue un accidente! —repitió alzando los hombros.

Infiltrat [Luna Lovegood/Viktor Krum/Theodore Nott]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora