nadie sabía lo que había acontecido aquellas vacaciones de navidad en palacio. comidas incómodas, lágrimas y la extraña necesidad del príncipe de ver a aquel castaño que se había adueñado de sus sueños.
noche tras noche soñaba con volver a probar esos labios carmesís, con volver a sentir su cuerpo envuelto en sus brazos.
cosa que ahora, parecía imposible. simon había dejado bien en claro que hasta que wilhelm no aclarase sus dudas y pusiese prioridades, ellos no volverían a retomar lo que tenían.
¿pero que tenían? esa era la pregunta que resonaba en la cabeza del príncipe.
dejando atrás su mente atrofiada, wilhelm vio por la ventanilla del coche el gran edificio de nombre hillerska. su internado, pero a la vez su única forma de ser un poco libre. irónico.
poco tardó en llegar a la entrada, siendo la puerta abierta por uno de sus guardaespaldas, mientras la directora esperaba ansiosa en la entrada, para saludar al príncipe.
—bienvenido, otra vez, su alteza. verá, por orden directa de la reina, hemos cambiado sus horarios y su cuarto —la mujer le pasa un papel al príncipe con sus nuevos horarios, notando que ya no coincidía en ninguna clase con simon—. su nueva habitación se encuentra en el primer piso igualmente, pero ésta es más grande y está mejor preparada que la anterior.
el chico asintió. una sonrisa con significado oculto por parte de la mujer, le provocó un escalofrío.
inició su día yendo a desayunar tranquilamente. reencontrándose con caras que preferiría no volver a ver.
las clases se le pasaron realmente rápido, al igual que el día.
ya eran las seis y media de la tarde, y wilhelm se encontraba recostado en su cama, mirando el techo sin ninguna expresión en la cara.
<<ugh, como desearía que simon tocase la ventana de la nada, poder estar con él y arreglar las cosas>> pensó el chico, con una lagrimilla tímida intentando escapar. pero la retuvo.
intentó abrir la ventana de su cuarto para dejar que entrara algo de aire, ya que se sentía realmente agobiado allí. pero para su sorpresa, la ventana no se abría. supuso que tan solo era otra de las medidas de seguridad que su madre había impuesto. ventanas selladas, genial.
quizás si sobornaba a los guardaespaldas, éstos lo dejarían ir solo a pasear al jardín del edificio. cosa que no fue así. tras ofrecerles cien coronas extras, los guardas amenazaron con hablar con su madre sobre eso.
se quedó en su cuarto lo restante del día. iba a intentar hablar por teléfono con simon, pero sabía que su madre tenía control sobre su teléfono, por lo que descartó la idea.
pero sin esperarlo, otra idea iluminó su mente: conseguir un teléfono nuevo. podría comunicarse con simon una vez que aclarasen las cosas.
por lo que rápidamente buscó un nombre en su lista de contactos; felice.
de ella no sospecharían, sus guardaespaldas le dejarían hablar con ella y ella podría conseguirle un teléfono nuevo.no perdió tiempo en mandarle un mensaje diciéndole de verse en el jardín para charlar. la chica aceptó rápidamente, y como wilhelm sospechaba, sus guardaespaldas ni pusieron pegas en acompañarlo a ver a felice.
ese era su primer paso a la libertad. su primer paso para volver a simon.
...
starting hard right? jijiji
que os ha parecido el prólogo?
esta semana comenzaré a subir capítulos e intentaré actualizar a menudo <3
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back to you, again - wilmon//young royals [DESPUES DE LA TEMPORADA 1]
Fanfiction"el problema de la realidad es que no todo es rosa". el cuento de hadas de wilhelm y simon se desmoronó por completo. con miles de rumores todavía circulando por ahí y más prohibiciones para el príncipe heredero, éste tiene en claro que no parará ha...