XII. my future

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el hecho de que erik estuviese allí era lo suficientemente importante y angustiante para que la ansiedad de wilhelm se disparase por las nubes.

iban en un coche negro, blindado y con las ventanas completamente negras. su hermano iba sentado a su lado.

erik no había cambiado en todos esos meses, solo tenía el pelo un poco más largo pero seguía siendo bastante corto. erik llevaba una sonrisa ladina mientras miraba a su hermano, el cual no acababa de asimilar todo lo que estaba pasando en ese momento.

—deja de mirarme así, wille, me asustas —ironizó erik al ver que su hermano no podía apartar la vista de él— prometo que te contaré todo pero cuando lleguemos.

—es que no lo entiendo erik, tú estabas muerto, yo mismo lo vi. esto es imposible, ¿me han drogado?

—lo que viste era una figura de cera, no era yo, pero no se notó ya que me desfiguraron algo la cara por el accidente. soy yo, wille, soy erik. estoy aquí, estoy vivo.

—siento que se me va a parar el corazón. gracias, gracias, gracias. sabía que no podías haber muerto, sabía que tenía que haber una explicación —el menor alcanzó a su hermano abrazándolo lo más fuerte que pudo, como si tuviera miedo a que fuera una ilusión que se fuera a desvanecer en cualquier momento.

pero no, erik estaba allí. erik estaba vivo.

[...]

en hillerska las cosas se habían complicado aún más cuando el coche de la familia real aparcó delante de la entrada del internado. una reina enfurecida y sus guardaespaldas salieron del coche y entraron prácticamente corriendo dentro del centro.

—buenas tardes —se dirigió la reina a la rectora con un tono amable totalmente falso—. vengo a recoger a wilhelm. aquí tengo mi autorización, compruébela.

—su majestad, el príncipe no está aquí. han venido a recogerlo hace menos de una hora.

—¡¿qué?! ¡¿quién?!

—no se quien era, pero tenía autorización por lo que dejamos que wilhelm se fuese. discúlpeme majestad, no volverá a ocurrir. ahora mismo busco en el registro el nombre que usaron para sacarlo.

la reina suspiró pesadamente. la rabia que había en sus venas era imposible de contener.

—gracias. ¿me permite pasar a visitar al señor de ornas?

—por supuesto.

la reina avanzó por el pasillo hasta la habitación de august. tocó la puerta varias veces antes de que un ojeroso august la abriera.

—majestad, me alegra su visita.

—hola, august. ¿como estás? ¿podemos entrar? querría hablar contigo en privado, es importante

—oh, sí, por supuesto, pase.

[...]

el hecho de que la mansión en la que se encontraban había dejado con la boca abierta a wilhelm expresaba el lujo que portaba aquella casa. ubicada fuera de suecia, al sur de noruega con vistas al océano congelado por las bajas temperaturas.

—vamos, wille, te enseñaré tu cuarto.

—¿mi cuarto? ¿qué es esto, erik? tengo que volver a hillerska antes de que mamá alerte a las autoridades o haga algo peor.

—tranquilo, hermanito. aquí estaremos bien, además solo serán unos días.

—no entiendo nada, erik. hace unas horas estabas muerto y ahora estás aquí delante de mi como si nada y me traes aquí y me dices que tengo que quedarme unos días.

back to you, again - wilmon//young royals [DESPUES DE LA TEMPORADA 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora