𝐴𝑙 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑆𝑜𝑙 /Zhanyi/Terminada

Capítulo 20: Pensamientos sucios.

- A-Li. A-Li. ¡A-Li!

- ¡¿Qué?! - gritó desde la cama.

- ¡Abre la puta puerta de una vez!

- Noo.

- ¡Pues si no lo haces, me voy sin ti!

- ¡Déjame dormir!

- Sigue durmiendo que así no llegarás en la vida a la universidad.

- ¿La universidad? - preguntó en voz baja abriendo de golpe los ojos.

La chica se levantó de la cama corriendo, buscó sus pantalones vaqueros en el armario desordenado y una camisa que estuviera decente. Luego, salió tomando su mochila en el camino y colgándosela en su hombro derecho.

- ¿Por qué no me has llamado antes? - medio chilló pasando por al lado del castaño.

- Llevo más de media hora golpeando tu puerta.

El menor ya estaba perfectamente vestido y con sus cosas preparadas, también había desayunado y lavado sus dientes. Por el contrario, Shao Li tomó a la ligera un dulce de la despensa abriéndolo con los dientes y engulléndolo como si no hubiera comido nunca.

- Vámonos ya - habló con la boca llena.

Ambos se alegraban de que el piso que alquilaron por esos cuatro años que duraba la carrera estuviera cerca de la institución universitaria. Si hubiera estado más lejos seguro habrían llegado tarde.

- Aún no entiendo cómo entraste en psicología - comentó Yibo.

- ¿Por qué?

- Por que para ser psicóloga primero tienes que estar cuerda.

- ¿Me estás llamando loca?

- Puede - sonrío.

- Bien, pues tú para ser ingeniero mecánico... tienes que ser hábil con las manos - levantó sus cejas dedicándole una mirada pícara.

- ¿Qué... qué quieres decir con eso?

- Ya tengo varios asuntos que preguntarle a Zhan el año que viene - siguió con el mismo tono insinuante.

- ¡Eres una mal pensada! - gritó el castaño en medio de la calle llevándose las miradas de todos los que pasaban.

- Lo que trae ver demasiadas series y leer demasiadas historias - elevó sus hombros restándole importancia.

- ¿Pero qué clases de historias lees tú?

- Te sorprenderías - sonrió sin separar los labios. - Ya sabes... de todo un poco.

- Tengo miedo de lo que acabas de decir.

- Deja de hablar y caminemos. Mira, allí está la universidad. Corre - la chica aceleró el ritmo zanjando la conversación.

Yibo no se preocupó más, conociendo a su amiga y con todo el lío de los estudios seguro que no se acordaría de lo que habían hablado, o por lo menos eso esperaba.

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- ¿Y bien, Zhan? - preguntó A-Li tirada boca abajo en la arena y sosteniendo su cabeza con sus manos.

Los tres estaban disfrutando del aire fresco de la noche tumbados en el suelo. Yibo se había quedado dormido abrazado al mayor ya que estaba agotado de todo el día. Había salido de la casa de sus padres muy temprano en la mañana, después de quedarse con ellos unas semanas, para volver a su vivienda de la playa. Había ordenado el salón y las habitaciones así como quitado la arena que voló hasta el porche, no serviría de nada ya que se volvería a llenar pero no podía permitir que su casa se enterrase como los tesoros de los piratas.