- Si tuvieras que describir tu vida en una palabra, ¿cuál sería? - preguntó el niño mientras apoyaba la punta de su lápiz en su libreta de conejitos.
- ¿Si tuviera que describir mi vida en una sola palabra? - hizo como que pensaba aunque tenía muy clara la respuesta. - Mágica.
- ¿Mágica? ¿Y por qué mágica? ¿No puede ser simplemente buena o mala?
- Si digo buena o mala, tu trabajo se quedará solo en eso. En cambio si digo que es mágica tienes más posibilidades de escribir y de impresionar a la clase.
- Ujum - el pequeño asintió comprendiendo el punto. - Pues bien, comience a hablar. ¿Por qué su vida ha sido mágica? ¿Había un mago que te hechizó?
El comentario lo hizo reír.
- Puede que hubiera algún mago sí, pero yo no fui el hechizado.
- Ah, ¿no? ¿Entonces quién fue?
- Otra persona.
- ¿Y cómo fue hechizada esa persona? ¿Y cómo era? ¿Por qué la hechizaron? ¿Hizo algo malo?
- Espera, espera. No puedo responder tan rápido.
- Lo siento, pero quiero saber - puso pucheros y meneó sus piernas las cuales no llegaban al suelo y colgaban de la silla.
- Y lo sabrás. Me encargaré de que lo sepas todo.
- ¿Todo todo?
Se quedó pensando sobre eso.
- Bueno, tal vez todo no. Pero lo suficiente para que saques una buena nota en el trabajo.
- ¡Bien! Cuenta. Cuenta. Cuenta.
- De acuerdo impaciente, pero debes saber que este cuento no empieza con "Érase una vez".
- Me da igual como empiece...
- Lo que importa es como termina - interrumpió al niño con una sonrisa.
- Oye, no me cortes - lo miró enfadado.
- Lo siento. No lo volveré a hacer.
- Vengaaa. Empieza ya o vendrán mis padres a recogerme.
- Ya mismo comienzo - carraspeó para aclararse la garganta. - Esta historia comienza hace años atrás, cuando las casas se hacían de paja, las hoces cultivaban la tierra y las espadas se manchaban de sangre. Una joven campesina tuvo un lindo hijo con un hombre que ya estaba casado.
- ¿Y si estaba casado por qué tuvo un hijo con él?
- Por que le quería.
- ¿Y solo por quererlo ya tuvo a un niño? ¿Entonces puedo ser padre solo por querer a alguien?
- Eso no es así. Es complicado de explicar pero ya hablaremos sobre ello más adelante. ¿Por dónde iba? Ah, sí. Ese hombre tenía dos posibilidades o irse con la campesina o seguir con su esposa la cual era muy rica y poderosa.
- ¿Era muy rica?
- Muy muy rica - el niño fue apuntando datos en su cuaderno.
- Entonces, si era muy muy rica ¿podía comprarse un poni?
- No solo uno, quinientos si quisiera.
- Oh. La.. mujer podía... comprar... muchos ponis - dijo mientras lo escribía.
- No hace falta que lo apuntes todo, esto no es lo fundamental.
- Es que luego no me acuerdo y se me olvida.
- Tranquilo, esta historia no se te va a borrar de la mente nunca. Como decía, el hombre estaba en una tesitura difícil. Él amaba a la campesina, pero el dinero lo ambicionaba. Amor y poder, ambos medidos en una balanza para saber cuál pesaba más que el otro.
-¿Cuál ganó?
- Muchos dicen que el amor lo puede todo y así es. Al final, el hombre se fue con su amada y su hijo.
- Es bonito, pero seguro que es mentira. El amor no puede con todo por mucho que quiera.
- Yo pensaba igual que tú hasta que la vida me demostró lo contrario.
- ¿De qué forma te lo demostró?
- A través de un ángel.
- ¿Un ángel? ¿Estás bien de la cabeza?
- Estoy cuerdo y no estoy borracho, lo juro.
- Pues tendrás fiebre y estás delirando.
- No es broma, fue un ángel. Uno caído del cielo.
- ¿Y ese ángel dónde está?
Su semblante alegre cambió a uno decaído y triste.
- Me gustaría saberlo.
- ¿Y qué tiene que ver el cuento que me has contado con la magia? No veo la conexión.
- Todavía no he terminado. ¿Acaso he dicho "Fin"?
- No, no lo has hecho.
- Exactamente. Continuo. La familia se fue feliz a vivir en una humilde choza. Eran pobres y sufrían penurias, pero estaban juntos y eso era lo más importante. Pero como todo, la felicidad se acaba. La mujer muy muy rica se sentía despechada y menospreciada. Tenía sus motivos en realidad, al fin y al cabo la habían engañado. Así que consultó unos papiros antiguos para maldecirlos. Estuvo días y noches leyendo y sin descansar hasta encontrar con un hechizo adecuado para cada uno de los tres.
- Era mala.
- Muy muy mala. A su antiguo esposo, el cual aborrecía la guerra, le maldijo a ir y a morir en ella. A la pobre campesina le hizo caer en una terrible desesperación hasta que muriera de tristeza y para el niño utilizó otro hechizo. FIN.
- ¡¿Qué?! No. No. ¿Qué le pasó al niño?
- Eso te lo contaré otro día - llamaron a la puerta.
- Noo. Porfaaa.
- Tus padres ya están aquí. Debes irte - abrió dejando pasar a las personas de afuera.
- Buenas tardes - saludaron.
- Buenas tardes.
- ¿Puedo volver mañana? ¿Puedo? ¿Puedo? - le preguntó el pequeño.
- Si ellos te dejan por mí bien.
- ¿Puedo? - juntó sus manitas.
- Sí, puedes.
- ¡Bieeeen! - gritó saliendo de la casa. - Ay, adiós - se despidió asomando su cabeza por el hueco de la puerta.
- Hasta mañana.
Tras el niño, fueron sus progenitores y él se sentó tranquilo en su sillón recordando lo que pronto le contaría a ese renacuajo.
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Finalizado el adelanto uwu
Espero que os guste ❤️❤️
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𝐴𝑙 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑆𝑜𝑙 /Zhanyi/Terminada
Hayran Kurgu- Te esperaré bajo la luz de la Luna y junto a la quietud del mar. Ya tenga que esperar años o siglos para volver a verte, aquí estaré. - No puedo permitir que hagas eso. Debes seguir con tu vida. - No tengo vida sin ti. - Lo nuestro es imposible...